Cuando la Pantalla se Oscurece: Hablar sobre Tocar Fondo y Encontrar la Luz

 Cuando la Pantalla se Oscurece:  Hablar sobre Tocar Fondo y Encontrar la Luz

23/04/2025

Por Natanael Cardona, Cineasta

Como cineasta, he pasado mi vida creando mundos, contando historias, iluminando emociones en la pantalla grande. Pero detrás de la cámara, en la oscuridad de mi propia mente, una historia diferente se estaba desarrollando. Una historia marcada por la ansiedad, por una depresión que se sentía como un telón pesado cayendo sobre cada escena de mi vida.

Durante mucho tiempo, viví con esa sombra, intentando dirigir mi día a día con la angustia como un ruido de fondo constante. La confusión se convirtió en mi guionista invisible, alterando la trama de mis pensamientos, nublando mi enfoque, haciéndome dudar de cada decisión, de cada paso.

Llegó un momento, inevitablemente, en el que la película se detuvo por completo. Toqué fondo. Perdí mucho más que proyectos o reconocimiento; perdí la conexión conmigo mismo, la alegría en las cosas que antes me apasionaban, la sensación de que la vida tenía un rumbo. Esa oscuridad no era una metáfora cinematográfica; era una realidad fría y paralizante.

Ahora, mirando hacia atrás, con la perspectiva que da el haber atravesado ese túnel, hay una verdad que resuena con fuerza en mi interior y que siento la necesidad de compartir: no esperes a que la pantalla se oscurezca por completo para pedir ayuda. Yo no lo hice a tiempo, y el camino de vuelta ha sido arduo, lleno de fotogramas borrosos y escenas repetitivas.

Si en este momento sientes que la ansiedad te consume, que la depresión te aísla en un plano secuencia interminable de tristeza, por favor, no dudes. Busca una voz que te guíe, una mano que te sostenga, un profesional que te ofrezca las herramientas para volver a enfocar la lente. No tienes que ser el héroe solitario de tu propia historia. La vulnerabilidad es un acto de valentía, y pedir ayuda es el primer paso para reescribir el guion de tu vida.

Porque, a pesar de la oscuridad que he conocido, sé que la vida tiene una belleza intrínseca, momentos de luz que merecen ser filmados, sentidos, vividos plenamente. Hay amaneceres que pintan el cielo de esperanza, conexiones humanas que son como un primer plano lleno de emoción, proyectos que vuelven a encender la chispa creativa.

Si te encuentras en esa sala oscura, sintiéndote identificado con estas palabras, quiero decirte que no estás solo. Hay otros que han pasado por esto, que están pasando por esto. Busca esa luz al final del túnel, aunque ahora te parezca distante. Pide ayuda. Y recuerda que, incluso después de la escena más oscura, siempre hay la posibilidad de un plano secuencia lleno de esperanza y de cosas bonitas por vivir. La película de tu vida aún tiene muchos rollos por filmar.