Las obras del nuevo Centro Cultural de Tunte entran en su recta final.

Con los trabajos de albañilería exterior e interior prácticamente concluidos, sólo quedan pendientes la instalación del cableado eléctrico, que ya está trazado, y la colocación de los falsos techos interiores

Las grandes obras del nuevo Centro Cultural Pancho Guerra, en Tunte, promovidas económicamente por la Mancomunidad de Municipios de las Medianías de Gran Canaria, están entrando ya en su recta final.

Tras 15 meses de trabajos ininterrumpidos, la estructura exterior y toda la albañilería y enfoscados del interior y exterior están ya prácticamente terminadas. Sólo está pendiente el adecentamiento de la entrada principal del edificio, que quedará acabado a mediados de marzo, y el próximo martes está previsto que se acometa en su azotea la instalación del lucernario que protege el patio central.

En estos momentos los remates se ciñen al acondicionando de las aceras exteriores de las calles Capitán Cortés y Pérez Galdós, y a la impermeabilización y colocación de cantería exterior en la calle Santiago Cazorla.

El avance y acabado de las obras es especialmente notorio en la parte del edificio que está destinada a tanatorio, con entrada principal por la calle El Calvario. Su área de vestíbulo, oficinas y servicios, además de sus dos salas gemelas de acompañamiento, el salón de preparación de los difuntos y la entrada y salida del coche fúnebre por la calle Pérez Galdós ya están totalmente concluidas.

Con la pintura interior y exterior también casi acabada, los trabajos que quedan pendientes en el interior del inmueble se restringen sólo al cableado del tendido eléctrico, que ya está totalmente trazado, y a la colocación del falso techo que cubrirá los pasillos y dependencias de la instalación, que ya dispone incluso de sistema contraincendios.

Las obras en el nuevo Centro Cultural Pancho Guerra se iniciaron a las 08:30 de la mañana del miércoles 12 de noviembre del 2014, con  la demolición de la antigua Casa de la Cultura y limpieza de todo el solar. Aquellas operaciones de derribo y el posterior levantamiento del nuevo edificio las ha venido ejecutando la empresa constructora Dragados SA, que en concurso con otras 17 empresas resultó finalmente adjudicataria de las mismas por 1.753.529,35 euros, lo que supuso un ahorro para la Mancomunidad de casi 648.237 euros.

El nuevo Centro Cultural, con entrada principal por la calle Santiago Cazorla, ocupa unos 2.927 m2 de superficie útil en tres plantas y responde al modelo de arquitectura típica canaria que también ofrece la Casa Consistorial. Dispone de un salón de conferencias y espectáculos para 200 usuarios, biblioteca, varias salas de exposiciones, aulas y talleres, y un aparcamiento en sótano para 26 vehículos.