Honores y distinciones del Cabildo de Gran Canaria.

Discurso de Bravo de Laguna:
Buenas noches, grancanarios y grancanarias; autoridades; distinguidos hoy, hijos predilectos, adoptivos, canes de plata, roque nublos, amigos y amigas.

Desde el 20 de junio de 2011 en que tomé posesión como Presidente del Cabildo de Gran Canaria, hasta hoy, casi cuatro años, he pronunciado con éste, cuatro discursos como Presidente en acto institucional de Honores y Distinciones. Pero también he pronunciado muchos discursos en actos, conferencias, tanto aquí en Gran Canaria, como en Madrid, y otros lugares, con el objetivo fundamental de dar a conocer el significado de los Cabildos, su historia, su importancia y su singularidad únicas en el panorama político-administrativo de España.

Entenderán ustedes que este discurso de esta noche no es ciertamente el más fácil, por razones conocidas, por ser el último de esta naturaleza en este mandato y por las circunstancias personales y políticas que están en la mente de todos.

Voy a dividirlo, con la necesaria brevedad, en tres partes: una primera de reconocimiento a la sociedad grancanaria hoy aquí representada por los homenajeados;  una segunda  parte de recordatorio del propio sentido del acto y del papel del Cabildo como gobierno de la isla; y una tercera, sobre lo que creo deberá ser el futuro de Gran Canaria, desde su Cabildo.

En efecto, hoy los nuevos hijos predilectos, Alejandro del Castillo –con el que tenía una vieja deuda la sociedad grancanaria- José Mateo, - cuyo magnífico discurso dice todo de él,  y que suscribo íntegramente – Mario Rodríguez, ejemplo de profesional emprendedor.

Los hijos adoptivos, Carmen Negrín, que tanto ha luchado para que aquí venga el legado de su padre; con Gerardo Garcés, manos muy expertas en cirugía - y lo sé bien – ;Maximiano Trapero, gran escritor y con el que también Gran Canaria tenía una deuda de gratitud. Los Canes de Plata, Julio Sánchez y Juan Bordes en el ámbito de las artes y Plocan en el ámbito de las Ciencias. De su capacidad, de su esfuerzo en el caso de las dos personas físicas mencionadas y del equipo de Plocan todo se ha dicho y yo suscribo los elogios de mi gran amigo José Mateo.

Al igual que suscribo lo referido a los Roque Nublos; en el ámbito social la Asociación por la Memoria Histórica de Arucas; en el económico el gran empresario y la gran persona que es Lizardo Martel; como lo es en el deportivo Antonio Ramos Gordillo, en el folklórico el grupo Encantadoras; en el turístico el enorme equipo humano de Global S.A. y,  por último, en solidaridad internacional Esteban Velázquez, a quien conocí en la etapa de alumnos de los Jesuitas de San Ignacio de Loyola.

Una vez hechos estos reconocimientos, que en el fondo no son otra cosa que  cumplir lo que el gran poeta Ovidio decía en sus Epístolas desde Pontio:

“A los hombres no les mueve el mérito de la buena acción, si no lleva tras de sí el premio…”

En este caso, en forma de justo reconocimiento social, que de alguna manera es un reconocimiento social de toda la sociedad grancanaria.

Este acto de agradecimiento y reconocimiento lo hace el Cabildo de Gran Canaria como gobierno de la isla.

Y aquí, aunque algunos de ustedes ya me lo han oído en otros actos y conferencias, es justo que recordemos que significa el Cabildo, puesto que estos discursos deben tener un mismo hilo conductor…

Porque, en efecto, desde los Reyes Católicos, que con gran visión de futuro crearon un Cabildo-Ayuntamiento por isla, integrado por los Regidores, Personero, Escribano y el Justicia, pasando por la Ley denominada de Cabildos de 1912 impulsada desde Canarias por el abogado majorero Manuel Velázquez Cabrera, y en las Cortes por el que fue gran Presidente de Gobierno -el gallego José Canalejas-, y culminando con la Constitución Española en su art. 141 y el Estatuto de Autonomía de Canarias, fundamentalmente, en el art. 22.5.

Todo este racimo de disposiciones colocan a los Cabildos en el lugar institucional que les corresponde, haciendo buena las palabras de D. José Canalejas en las Cortes

“Y estas islas entienden haber llegado a un grado de madurez, de conciencia de su personalidad económica y mental, signos de su capacidad jurídica, que piden consagración en lo que llamamos Cabildos insulares… ¿Qué es el Cabildo? El Cabildo, repito, es el nacimiento de una personalidad jurídica consciente que necesita la plenitud de su vida… Un día hablamos de mancomunidades y se alarman las gentes de que se asocien varias provincias para fines comunes. Pues esto es más trascendental que la mancomunidad. Este Cabildo Insular es mucho más importante que la mancomunidad… y el punto de conjunción para mí es éste: asegurar a todas las islas, absolutamente a todas las del archipiélago, mediante la organización de los Cabildos insulares, las condiciones que necesitan y que están requeridas por su propia situación geográfica, preocupándonos muy poco del problema de la provincia, que no vamos a abordar porque no es urgente, pero sí de que los Cabildos insulares adquieran el desarrollo que todos pensamos… Si vosotros tenéis fe en los Cabildos insulares, que marcan una nueva etapa en la Historia de España,… si vosotros tenéis fe en estos Cabildos insulares, tenéis resuelto el problema, porque todo el problema se reduce a dotar de vida, de personalidad y de vigor a los Cabildos insulares y todas las demás cuestiones son subalternas”.

Hoy los Cabildos tienen un papel constitucional y estatutario más sólido que nunca, como entidades locales, (a semejanza en eso de las Diputaciones Provinciales,) pero también con rango estatutario como instituciones de la Comunidad Autónoma, con competencias y presupuestos que en otras regiones de España desarrollan los gobiernos autonómicos y aquí los Cabildos.

Para darles un dato significativo: en estos 4 años, este gobierno insular ha gestionado aproximadamente 2.400 millones de euros, lo que ha permitido, entre otras cosas, que hayamos construido este magnífico pabellón Gran Canaria Arena, en que hemos invertido 50 millones, más del 70% de todo su coste, que permite celebrar con enorme calidad eventos (Copa del Mundo de Baloncesto, Copa del Rey, etc…) pero también actos culturales e institucionales como el de esta noche.

No sería justo no reconocer, aquí y ahora, la labor del Consejero de Deportes del Cabildo con el impulso y ejecución de esta instalación, como la labor de todos y cada uno de los Consejeros de Gobierno, que han hecho posible que en política social hayamos invertido más de 450 millones de euros en estos años, (mayores, menores, mujeres maltratadas, fondo de emergencia social, etc.) o más de 300 millones en carreteras, - incluso prefinanciado IV Fase y Aldea - 42 millones en Cooperación Municipal con los 21 municipios de la isla, grandes o pequeños, que todos deben ser importantes y caben en el corazón del Cabildo. Y así un largo etcétera, en política territorial, cultura, transporte y vivienda, recursos humanos y presidencia, planes territoriales, juventud, turismo, industria y artesanía…

Gracias a mis compañeros del Grupo de Gobierno, por estos cuatro años de remar juntos en la dirección adecuada.

Pero también agradecimiento a los grupos de oposición, pues aunque lógicamente he discrepado en muchas ocasiones con NC, PSOE, o CC, su papel es imprescindible en un sistema democrático de libertad.

Y con ello paso ya al tercer bloque de mi intervención, el futuro de Gran Canaria y qué puede hacer el Cabildo para que ese futuro sea mejor.

Repetiré unos párrafos de mi primer discurso institucional de esta naturaleza, de marzo de 2012

La Corporación que presido se ha marcado como objetivo irrenunciable luchar por Gran Canaria, y para ello cumplir estrictamente con el papel que constitucionalmente y estatutariamente corresponde al Cabildo: ser el gobierno de la Isla.

Y por ello no dudaremos en plantear al resto de las instituciones nacionales y regionales cuantas ideas, propuestas, medidas, planes, iniciativas, sugerencias o quejas consideremos justas para que Gran Canaria ocupe el lugar que merece en esta Comunidad Autónoma y en el conjunto de la nación española.

Sin pleitismos estériles, sin controversias innecesarias, lo que no debe identificarse con quietismo, pasotismo, o aceptación de tratos discriminatorios o injustos para una isla que, además, es la más solidaria del Archipiélago, al ser la que proporcionalmente más aporta con sus impuestos, tanto a las arcas del Estado en Canarias, como a los recursos del Régimen Económico y Fiscal, antes arbitrios insulares.

Gran Canaria en el futuro debe ser el gran motor e impulsor del Archipiélago, porque tenemos las condiciones para ello: en primer lugar nuestra propia gente, nuestro empuje (“los más grandes en la firmeza y vigor de las resoluciones” nos dijo Galdós), después nuestra naturaleza, medio ambiente, reserva mundial de la biosfera, playas magníficas, cumbres pétreas incomparables, el único oasis de Europa, paisajes paradisíacos de continente en miniatura, clima inigualable.

Por supuesto nuestras infraestructuras, puertos, aeropuerto, redes de comunicación. Que nos permitirán ser plataforma de comunicación de continentes, como ya lo somos con el Programa Mundial de Alimentos, con la USAID, con la Cruz Roja y Media Luna Roja.

Nuestra Universidad y emprendeduría, motores del progreso, de la investigación, de la innovación, en definitiva de la sociedad del conocimiento.

Debemos potenciar nuestro turismo, con más calidad, aún, con una oferta hotelera, extrahotelera y complementaria, con importantes inversiones ya hechas y otras por hacer en parques temáticos que hemos apoyado en este mandato.

Las energías renovables, eólicas, fotovoltaicas, la investigación marino-marítima, y aquí un largo etcétera. Todo en función de una situación estratégica básica y privilegiada en el mundo del siglo XXI.

Debemos permitirnos soñar  en una Gran Canaria más fuerte, más potente, que sea capaz de general empleo para nuestros jóvenes y mayores; a éstos respeto y calidad de vida, y de ellos aprendizaje de la experiencia y la maestría…

Todos somos necesarios.

El Cabildo está al servicio de la isla, de los grancanarios y va a seguir así. A veces nos sentimos algo solos, lo que me hace recordar una frase de las muchas maravillosas de Martin Luther King: “In the end we will not remember the words of our enemies, but the silent of our friends”. “al final no recordaremos las palabras de nuestros adversarios, sino el silencio de nuestros amigos”.

Estoy convencido de que en la defensa de mi isla, de nuestra isla, no estoy solo, no estamos solos y recordaremos el apoyo masivo de los grancanarios, mis amigos.

Gracias a todos por asistir a este acto de Honores y Distinciones en el 102 aniversario del Cabildo de Gran Canaria.

José Miguel Bravo de Laguna Bermúdez.
Presidente del Cabildo de Gran Canaria.