Cuando comenzaron a auxiliarlo apareció una mujer que se encontraba disfrutando de un magnífico día de playa. A partir de ahí ella fue la que dirigió todos los ejercicios de reanimación. Controlando los tiempos e intentando ayudar al paciente para que expulsara agua.
En dos ocasiones parecía que se había recuperado algo, pero volvía a recaer y ella continuaba los ejercicios de salvamento que lo mantuvieron con vida.
Tras unos 10 minutos llegaron los socorristas con un equipo desfibrilador. A los pocos minutos una ambulancia y al final otra ambulancia más medicalizada. También colaboró la policía local de Agüimes.
Este buceador tuvo este viernes más que nunca, su ángel de la guarda.