Trasvase de agua para afrontar los seis años de sequía en Gran Canaria.

El Cabildo de Gran Canaria ha invertido en lo que va de mandato 1,4 millones de euros para poder trasvasar este año 920.000 metros cúbicos de agua desde la capital hasta el sur, lo que ha evitado la pérdida de más de 200 hectáreas de cultivo de la zona y, además, ya ha iniciado la inversión de otros dos millones de euros para llevar aún más agua al año y a más altitud, explicó hoy su presidente, Antonio Morales.

Todas las obras se han acometido en coordinación con las comunidades de regantes, más de una veintena que suman 1.500 agricultores, a los que también se les ha formado en gestión y gobernanza, y gracias a su implicación, finalmente consumieron el 80 por ciento de la dotación de aguas puesta a su disposición.

Junto al consejero de Sector Primario, Miguel Hidalgo, y el gerente del Consejo Insular de Aguas, Gerardo Henríquez, el presidente detalló que a la llegada del gobierno al Cabildo, las primeras reuniones con los regantes del sur pusieron de relieve este grave problema y se comenzaron a tomar medidas.

Hasta hace unos años, la situación era la contraria, el agua del sur se transportaba hasta el sureste y el norte a través de los túneles iniciados en los años 70 denominados Trasvasur, pero con la instalación de depuradoras y desaladoras y la sequía, las necesidades se invirtieron, por lo que el Cabildo inició los trabajos para cambiar el sentido del transporte de agua.

Tras invertir 1,4 millones de euros, este año ya se ha conseguido llevar 920.000 metros cúbicos hasta los depósitos del sur para el riego de plantaciones situadas por debajo de los 380 metros de altitud, lo que ha permitido dejar el agua de las presas para los cultivos situados sobre esta cota.

De no haber acometido estas acciones, las presas de Chira y Soria estarían completamente secas y, frente a ello, han podido conservar 556.000 metros cúbicos, mientras que las de Ayagaures, Gambuesa y Fataga tendrían 274.000 metros cúbico y sin embargo suman 523.000 litros.

Tanto es así, que el último periodo de sequía fue del 95 a 2000 y, aun estando en mejor situación que en la actualidad, hubo que declarar la emergencia hidráulica. Los ciclos de sequía suelen ser de cinco años, y Gran Canaria suma en estos momentos seis y va camino de siete, apuntó Hidalgo, y ello sin grandes visos de mejora, si bien ya está la infraestructura para garantizar este trasvase de agua siempre que haga falta.

Pero las mejoras continuarán, apuntó Morales, ya que ahora comienza la inversión de otros dos millones de euros para transportar hasta 1.250.000 de metros cúbicos al año, y además a más altura, ya que se llevará hasta cerca de 500 metros de altitud, dejando el agua de las presas para cultivos aún a más altura, lo que genera una situación óptima porque la mayoría de los cultivos profesionales se encuentran bajo los 400 metros.

Esta agua es industrial, es decir, desalada o regenerada, y producirla y llevarla al sur tiene un sobrecoste que no es repercutido al agricultor. De hecho, explicó el gerente del Consejo, el precio se mantiene en 18 euros la hora de agua (36.000 litros) desde hace una década en la que sin embargo el precio de la energía para producirla se ha duplicado, pues ha pasado de suponer cuatro millones de euros en la factura energética del Consejo a ocho millones, también asumidos por el Cabildo.

Para abaratar el coste de producción y aspirar a elevarla sin los altísimos costes actuales a medianías en momentos críticos, el Cabildo también ha puesto en marcha Renovagua, un plan de 18 millones de euros para instalar energía eólica y fotovoltáica en una treintena de instalaciones del Consejo Insular de Aguas  y que en dos años estará en pleno funcionamiento, lo que hará que en vez de pagar el kilovatio hora a 200 euros tenga un coste de menos de la mitad, unos 80, detalló el presidente.

Además, están en marcha otros procesos como la ampliación de las depuradoras de Cabo Verde, Guía-Gáldar y Jinámar, las adecuaciones de depósito para abasto de Arucas y Toscales, entre otros, el saneamiento de la Cruz de Tejeda, y la Rehabilitación de la conducción de la capital al norte en su tramo de Silva, lo que junto a los dos millones ya licitados de Renovagua, suma once millones de euros, y si se agregan los 1,4 ya ejecutados, sitúa la cifra de inversiones por encima de los doce millones de euros para mejoras y ampliaciones necesarias por la orografía de la isla y una falta de lluvia que no solo afecta a Canarias, también al sur de la Península, y que dado el cambio climático, no hay grandes indicios de que la situación vaya a mejorar.