Rescatan a esta Garza Real atrapada en un embalse en Guía.

La Guardia Civil y el Cabildo colaboran en el rescate de un ave protegida en una balsa de agua de Gran Canaria
16 de febrero de 2017.- Componentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil y los agentes del Centro de recuperación de Aves Silvestres de Tafira, pertenecientes al Cabildo de Gran Canaria, han logrado rescatar gracias a la colaboración ciudadana a un ejemplar de Garza Real que se encontraba atrapada en una balsa artificial de agua del municipio de Santa María de Guía.

La Garza Real está catalogada como de interés especial, es un ave migratoria que cría en Europa, en otoño migra a África para pasar el invierno y ya en primavera emprende el viaje de regreso para criar. En su ruta por la costa africana, en ocasiones se desvía y se las puede ver sobrevolar durante varios días las islas, ya sea en su viaje de ida o vuelta, aunque en torno a un centenar eligen permanecer durante el invierno en territorio insular por su calidez.

Colaboración ciudadana
Así, a raíz de la información aportada por varios ciudadanos, agentes de los cuerpos descritos se desplazaron el pasado día 10 del mes en curso a la citada balsa en la localidad de Barranco Hondo, donde pudieron ver que ésta presentaba su parte superior cubierta por unos alambres que enmallan enteramente la parte alta de la misma a modo de estructura base para soportar unos toldos protectores, los cuales estaban recogidos y en aparente estado de desuso.

Rescate
Los agentes comprobaron que en la balsa de agua había dos ejemplares de Garza real, uno fallecido flotando en el agua y el otro, alarmado por la presencia de los agentes, intentaba levantar el vuelo pero se tropezaba con los alambres descritos, mostrando sin embargo síntomas de agotamiento.

Este tipo de aves zancudas necesitan de una base sólida donde asentarse para cazar, no pudiendo hacerlo al vuelo ni posadas en el agua, por lo que los agentes dedujeron que llevaría varios días sin comer, motivo de su debilidad o agotamiento y de la muerte del segundo ejemplar.

Uno de los agentes del Cabildo, con traje de neopreno y con una red o salabre, bajó ayudado de una cuerda –debido a los bordes de plástico de la balsa y a la lluvia hacía que fuera muy resbaladiza- por los demás, logrando acercarse al ave y capturándola sin causarle lesiones.

Posteriormente fue trasladada al Centro de recuperación de Aves Silvestres, ubicado en Tafira y perteneciente al Cabildo de Gran Canaria.