Los helicópteros contra incendios, con un mes de retraso.

Imagen de archivo
Los dos helicópteros Ecureuil de lucha contra el fuego están preparados para iniciar la campaña contra incendios.
La campaña contra incendios del Cabildo de Gran Canaria para esta temporada cuenta ya con los helicópteros ligeros Ecureuil para la lucha contra incendios forestales listos para actuar con base en Artenara.

La empresa concesionaria del servicio, la portuguesa HTA, ha obtenido el Certificado de Operador Especial necesario para volar que otorga la Agencia Estatal de Seguridad, último trámite necesario para iniciar la campaña contra incendios con todos los medios de la lucha contra el fuego operativos.

El consejero de Medio Ambiente, Juan Manuel Brito, anunció que el Cabildo abrirá expediente a la compañía HTA por un retraso administrativo que ha postergado un mes la puesta en activo de los helicópteros, e incluso estudia la posibilidad de dictaminar una sanción económica a la concesionaria.

Los helicópteros del Cabildo para esta campaña son dos unidades modelo Ecureuil tipo B2 y B3 completamente equipadas que sobrevolarán la isla en caso de incendio hasta el fin de la campaña de verano. La unidad B2 prestará servicio hasta el 15 de noviembre y el segundo de los aparatos, el modelo B3, desde el 15 de junio hasta el 15 de octubre.

Los aparatos de este modelo se caracterizan por ser muy maniobrables y con una alta capacidad de penetración en un territorio montañoso como el de Gran Canaria, con presencia de numerosos barrancos y sitios abruptos. Asimismo, cuentan con la capacidad de acercarse al suelo para distintas maniobras e incluso depositar al personal de emergencias en espacios reducidos.

De hecho, una de las funciones más relevantes de estos helicópteros es la de transportar de manera rápida y eficaz a las unidades Presa de Medio Ambiente, que muchas veces ven complicado llegar hasta el fuego o bien perderían un tiempo fundamental si accedieran por carretera.

Los helicópteros están preparados además para tomar agua en lugares en los que los modelos más pesados no acceden, como son los pequeños estanques y charcas que salpican la orografía insular.

Con 12,94 metros de largo y 3,14 metros de alto, los helicópteros poseen una autonomía de vuelo de entre dos horas y media y tres horas, así como un techo de vuelo de unos 5.000 metros. Ambos modelos pueden transportar hasta seis personas sin contar con el piloto.

El modelo B2, con una velocidad de crucero de 220 km/h, alcanza los 287 km/h y tiene capacidad para el transporte de 750 litros de agua.

El modelo B3 tiene una velocidad de crucero algo más amplia, de 235 km/h, e igualmente puede llegar a los 287 kilómetros por hora. El transporte de agua se realiza mediante un helibalde, una canasta gigante que cuelga del helicóptero y que es capaz de descargar de manera controlada hasta 900 litros de agua desde la altura. Está especialmente indicado para aquellas situaciones en las que resulta complejo o peligroso que el personal de emergencias se acerque al fuego.

Aunque en el mercado existen canastas que puede transportar hasta 5.000 litros de agua, la particular orografía del terreno hace que para la campaña contra incendios en Gran Canaria se utilicen cubetas de menor capacidad que facilitan la maniobrabilidad de los aparatos.