Gran Canaria goza del lujo de tener hortalizas frescas todo el año gracias a su clima y orografía.

La orografía y el clima de Gran Canaria garantizan el consumo de hortalizas frescas durante todo el año,  pues las huertas situadas en la costa fructifican los meses en que las cosechas de la cota más alta aún no han alcanzado su madurez, aunque incluso hay tierras que producen los doce meses, por lo que el consejero insular de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo, anima a aprovechar esta circunstancia de la que no todos los lugares pueden presumir.

Así, podemos encontrar todo el año en los mercados hortalizas de hoja verde y de raíz, como remolachas, zanahorias, lechugas, acelgas, espinacas y coles que gustan de climas templados y frescos, de modo que se dan tanto en el norte como en el sur de la Isla, según la época del año.

Por su parte, los tomates, calabazas, batatas, pimientos y berenjenas necesitan luminosidad y soportan temperaturas elevadas, por lo que proceden en mayor medida de las zonas más cálidas, donde se dan todo el año.

También la sandía y el melón, exigentes en calor, se cultivan los doce meses en la costa y en el sur y solo en verano en el norte. Así, Gran Canaria puede disfrutar de melones de producción local todo el año, mientras que en otras comunidades autónomas tienen que esperar a mayo o junio.

Frutas estacionales y variedades

Las frutas, sin embargo, están supeditadas a las propias necesidades de temperatura y luz de los árboles, aunque son limitaciones que se pueden solventar mediante el cultivo de variedades que responden bien al clima de Gran Canaria. Es el caso de las propias del mediterráneo que soportan el frío invernal, como el durazno y la uva, que tienen cabida en la Isla con variaciones que no requieren temperaturas tan bajas.

En cuanto a las estrictamente estacionales, el níspero es la primera fruta de primavera en llegar a los establecimientos y ya en mayo las ciruelas, albaricoques y nectarinas.

Sin embargo, también hay frutas que no dependen tanto de las estaciones y se dan todo el año en Gran Canaria, como la papaya, el aguacate e incluso las fresas que, aunque les gusta más el calor, se pueden encontrar de primavera a invierno, mientras que en la Península están condicionadas a las épocas del año.