Desmantelado un grupo de narcotraficantes que introducía droga camuflada en veleros.

En una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional 

Desmantelado un grupo de narcotraficantes que introducía droga en España por vía marítima camuflada en veleros 

Ocultaban el estupefaciente en el interior de bombonas de gas y baterías eléctricas con el objetivo de trasladar la sustancia ilegal procedente de Sudamérica 

Han sido detenidas 13 personas y se han incautado varias armas de fuego, abundante munición y 115 kilogramos de cocaína que pensaban distribuir por diversos países europeos

En la investigación han colaborado la Dirección de Operaciones Aduaneras Francesa, la RST Holandesa (Equipo de Investigación Criminal) y la Dirección Antinarcóticos Colombiana así como el imprescindible apoyo del Oficial de Enlace en Martinica, dependiente de CITCO

08-abril-2016.- Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han desmantelado una organización de narcotraficantes que introducía droga en España por vía marítima a bordo de embarcaciones tipo velero. La operación se ha desarrollado en la isla de Gran Canaria, en la Comunidad de Madrid y en el País Vasco. Camuflaban estupefaciente en el interior de bombonas de gas y de baterías eléctricas con el objetivo de trasladar la sustancia ilegal procedente de Sudamérica. Han sido detenidas 13 personas y se han incautado varias armas de fuego, abundante munición y 115 kilogramos de cocaína que pensaban distribuir por diversos países europeos. En la investigación han colaborado la Dirección de Operaciones Aduaneras Francesa, la RST Holandesa (Equipo de Investigación Criminal) y la Dirección Antinarcóticos Colombiana así como el imprescindible apoyo del Oficial de Enlace en Martinica, dependiente de CITCO.

La investigación se inició en el mes de octubre de 2014 por parte de la Policía Nacional, al tener conocimiento de que un grupo afincado en Galicia tenía como objetivo la introducción de grandes cantidades de cocaína en España. Al parecer pensaban introducir la droga vía marítima, utilizando para ello embarcaciones recreativas tipo velero. Según avanzó la investigación se pudo determinar que la organización tenía ramificaciones en otras partes del territorio nacional, como las Islas Canarias, País Vasco y Madrid, así como a nivel internacional en Cuba, Grenada o Bonaire.

Las investigaciones se centraron desde su inicio, de forma más concreta, en las actividades del líder de la organización asentado en la isla de Gran Canaria, el cual se dedicaba a la introducción y distribución de grandes partidas de cocaína procedentes de Sudamérica. Asimismo se pudo determinar que esta persona, para disminuir los riesgos y las pérdidas económicas que se podían generar el apresamiento de las embarcaciones, utilizaba un modus operandi concreto. Éste consistía en el envío anual de dos o tres embarcaciones distintas, las cuales guardaban en su interior cantidades importantes de cocaína, superando el centenar de kilogramos.

Veleros desde el Caribe hasta España

Tras realizar diferentes pesquisas se averiguó que el líder de la organización se trasladó en varias ocasiones a Sudamérica para acordar personalmente la adquisición de las grandes partidas de cocaína y se encargó de proporcionar la logística necesaria para su organización. Para ello adquirió en las Islas Canarias diversas embarcaciones tipo velero las cuales, una vez modificadas por otros miembros de la organización, eran navegadas hasta el mar Caribe donde se aprovisionaban de la cocaína y regresaban a costas españolas.

Después, la primera medida de seguridad que tomaba la organización era modificar el sistema eléctrico del barco y la instalación de gas. El objetivo de estas modificaciones era simular que las baterías y las bombonas de butano estaban proporcionando energía a la embarcación o a los elementos de esta, cuando realmente su función era la ocultación de la droga. Una vez modificadas, el siguiente paso era cambiar el pabellón de las embarcaciones a uno extranjero para dificultar las investigaciones y  trasladarlas hasta el Caribe. Allí permanecían durante al menos un mes, esperando a que el jefe de la organización les diera la orden oportuna para que se dirigieran a una hora y zona determinada -que previamente éste habría acordado con la organización propietaria de la sustancia estupefaciente- y así poder realizar la carga de la droga.

Aparte de las  medidas de seguridad descritas con anterioridad, la organización utilizaba alta tecnología en sus comunicaciones e inspecciones periódicas que realizaban a las embarcaciones para la búsqueda de dispositivos de geolocalización. Igualmente realizaban  contravigilancias, lo que dificultó en gran manera el avance de las investigaciones. La organización, sin dar la apariencia de ser violenta, también cuidaba sus medidas de autoprotección ante organizaciones rivales ya que contaba con un arsenal de armas cortas y armas largas semiautomáticas, las cuales fueron intervenidas en los diversos registros domiciliarios.


115 kg de coca en el interior de bombonas y baterías

A mediados de diciembre de 2.015 se localizó una de las embarcaciones de la organización a 1000 millas al sur de las Azores, por lo que se embarcaron en el Buque Oceánico Río Miño de la Guardia Civil, miembros del GEO de la Policía Nacional junto con otros componentes de la Guardia Civil y de la Policía. Tras el asalto a la embarcación, se trasladó la misma a Las Palmas de Gran Canaria, donde en el registro posterior se localizó 115  kilos de cocaína perfectamente camuflados en el interior de diversas bombonas de gas y en baterías eléctricas, acondicionadas para dar una apariencia de normal funcionamiento. Posteriormente a la detención del patrón de la embarcación, se produjeron otras doce detenciones y 16 registros en varios puntos del territorio español, localizados en Gran Canaria, Madrid, Vizcaya y Álava, en los que se incautaron armas cortas tipo revolver, armas largas semiautomáticas, munición, gran cantidad de dinero en efectivo y vehículos de alta gama.

Igualmente se intervinieron otras dos embarcaciones, una de las cuales  estaba totalmente dispuesta para realizar un viaje transoceánico para transportar otro cargamento de cocaína y la otra preparada tecnológicamente  y con el correspondiente equipamiento para pasar largas temporadas en el mar sin precisar de abastecimiento en puerto alguno, con el fin de que el líder de la organización huyera y de esta forma evitar su posible detención policial.  

En la coordinación de esta investigación ha participado el CITCO, contando igualmente con la participación de la Dirección de Operaciones Aduaneras francesa, la RST holandesa (Equipo de Investigación Criminal), y la Dirección Antinarcóticos Colombiana así como el imprescindible apoyo del Oficial de Enlace en Martinica, dependiente de CITCO.

Las investigación ha sido dirigida y tutelada por el Juzgado de Instrucción número tres de Ribeira (A Coruña) y llevada a cabo por el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, el Grupo Marítimo del Estrecho de la Guardia Civil y el Servicio Aéreo de la Guardia Civil, la Unidad contra Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional en Coruña, el Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional (GEO), el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas de la Policía Nacional (GOIT), apoyados por las unidades territoriales de Seguridad Ciudadana de las provincias en las que se llevaron a cabo las actuaciones.