A este acto acudía el alcalde del municipio, Santiago Rodríguez, en su último día de vacaciones.
Tras los primeras actividades en el barranquillo comenzó a atascarse alguna arqueta y encharcarse en varias zonas por agua que venía de más arriba desde un desagüe.
Pues ni corto ni perezoso el alcalde Santa Lucía no dudó en coger cepillo y bolsa de basura para ayudar a los operarios a limpiar la zona y arreglar el problema cuanto antes.
Sus detractores lo critican de "postureo" y de sólo hacerlo para la foto, cuando en el mismo barrio hay un problema grave con las obras y el polvo que levantan.
Sus defensores alaban su actitud y lo califican como un político "currante" y cercano a los ciudadanos, que no duda en ayudar y trabajar para sus vecinos.
De todas formas, ahí quedan las imágenes, para que cada uno saque sus conclusiones.