El agente que hacía la vigilancia de la sede policial se sorprendía cuando sobre la 1 de la madrugada de hoy vio cómo un coche se empotraba contra las rejas que protegen la Comisaría, subiendo incluso las escaleras de la entrada principal a la misma.
El policía se vio obligado a desenfundar su arma reglamentaria, creyendo que se trataba de un ataque a la Comisaría.
El conductor fue detenido y enviado momentáneamente al calabozo, a la espera de aclarar todo lo sucedido.