La lluvia caída osciló entre 3 y casi 40 litros por metro cuadrado con algunos barrancos que corrieron en algunas zonas como Telde con mínimas incidencias en general y un gran efecto positivo, ya que el comportamiento moderado de las precipitaciones ha empapado la tierra con múltiples efectos beneficiosos.
Por un lado, la tierra está ahora mejor preparada para recibir próximas lluvias porque el riesgo de escorrentías y arrastres es mucho menor que cuando está reseca, siempre dependiendo de su intensidad, lo que queda reforzado por el hecho de que esta agua hará que el campo reverdezca e incremente la sujeción del terreno.
Aparte, ha supuesto una importante regada para los cultivos, con el consiguiente ahorro de agua de las presas, de hecho alguna hasta recibió algo de agua, como la de Ayagaure y Fataga, aunque fuera en cantidades mínimas. Asimismo, permite dar por cerrada la temporada de riesgos de fuegos forestales y los conatos que se produzcan tendrán menos potencial.
Por otro lado, las áreas recreativas han sido abiertas por el Cabildo este viernes tras ser revisadas y comprobado su buen estado para ser disfrutadas, aunque pide mantener la precaución por los efectos posteriores a las lluvias en laderas, como caída de piedras o cascotes, sobre todo en carreteras del interior, así como en actividades de montaña como el senderismo.
Gran Canaria activó su Plan el miércoles a las 22 horas en fase de prealerta para activar sus equipos y tenerlos preparados para actuar ante las posibles consecuencias del paso de un temporal de sur a norte este jueves.
El Cabildo agradece la cada vez mayor toma de conciencia ciudadana ante la necesidad de prepararse y la labor de transmisión de la información oficial realizada por los medios de comunicación, así como la coordinación con el Gobierno canario, la Aemet y los municipios, además de la implicación de todo el personal que han conformado los equipos del operativo.
