Al término de la misa y procesión en honor del Santo
Patrón, los vecinos compartieron un asadero de pescado fresco con pella y mojo
en el poblado viejo
La población de San Fernando de
Maspalomas festejó este sábado el día grande de sus fiestas patronales
rindiendo honores al santo patrón de su comunidad parroquial, primero con una
misa procesión y después compartiendo con feligreses y foráneos un asadero de
pescado fresco organizado y servido por una veintena de vecinos y amigos del
poblado viejo.
La celebración eucarística se
inició con la iglesia llena a las 11:30 horas, amenizada con sus cantos por el
coro parroquial. Fue concelebrada por una docena de sacerdotes pertenecientes
en su mayoría al Arciprestazgo del sur grancanario, presididos por el reverendo
Eloy Santiago Santiago, párroco de la Villa de Santa Brígida y profesor en el Instituto
Superior de Teología de las Islas Canarias (ISTIC).
“La celebración de la fiesta del
santo patrono es una invitación a descubrir sus virtudes y las cualidades que
nos puedan ayudar a vivir nuestra vida. San Fernando fue un gran rey justo,
humilde y sencillo, y por eso su recuerdo llega hasta hoy día, superando su
poder y la historia”, afirmó en su homilía Santiago Santiago.
“Hoy día ponemos fácilmente
nuestro corazón en las grandezas de la tierra, en las victorias, buscamos ser
reconocidos, la fama, el prestigio, el poder, pero eso no es lo importante. No
se alegren de los éxitos que consigan aquí sino de que sus vidas y sus nombres
queden escritos para siempre en el libro de la vida, porque las alegrías de
nuestros triunfos y éxitos aquí en la tierra son pasajeros. Vivir en humildad
es saber tratar a los demás con amor y cariño”, advirtió el sacerdote.
A las 12:30 y tras una hora de
celebración religiosa, los feligreses de San Fernando sacaron al Santo patrón San
Fernando ‘El Chico’ y la Virgen del Carmen en procesión por las avenidas de
Tejeda, Tunte, y las calles Camellero Juanito García y Lanzarote. Numerosos
vecinos y también muchos turistas se sumaron a este cortejo procesional siguiendo
el paso acompasado que marcaban los solemnes acordes musicales de la Sabrosa
Banda de La Aldea, interrumpidos en ocasiones por tracas de petardos y
voladores, y por vítores y aclamaciones en honor al Santo.
Asadero tradicional
Tras despedir a los santos a la
puerta de la Iglesia, la fiesta se trasladó al aparcamiento trasero del colegio
Maspalomas I, donde se celebró el tradicional asadero de pescado fresco. Unos
20 voluntarios de la comisión de fiestas y amigos del poblado viejo de
Maspalomas se implicaron en la tarea de preparar más de 3.000 platos.
En el asadero se emplearon unos
650 kilos de pescado, 300 kilos de papas arrugadas, unos 150 litros de mojo,
unos 200 kilos de carbón y otros 900 kilos de madera podada, siete
bidones-barbacoas, unos 100 kilos de gofio amasado en pella con agua de
naciente y ron, unos 500 litros de cerveza y más de 1.500 litros de refresco.