Incautan tortugas y una cotorra, invasoras, en Telde y Tirajana.

La Policía Autonómica se incauta de once ejemplares de tortugas y una cotorra de especies exóticas invasoras.

La cotorra se encontraba a la venta en Internet, mientras que las tortugas, con dos de las subespecies más perjudiciales del planeta, se vendían en un vivero del municipio grancanario de Telde.


Agentes del Grupo de Medio Ambiente (GRUMA) del Cuerpo General de la Policía Canaria se incautaron hace unos días de un total de once ejemplares de tortugas de la familia Emydidae, incluidas en el Catálogo español de Especies Exóticas Invasoras. Los ejemplares, que fueron intervenidos en un vivero del municipio grancanario de Telde, pertenecían a varias subespecies, dos de ellas, la tortuga de Florida y la tortuga pinta, catalogadas como dos de las más perjudiciales del planeta

Ocho de los once ejemplares intervenidos eran de la subespecie Trachemys scripta, conocida como tortuga de Florida, un ejemplar era de la subespecie Chrysemys picta o tortuga pintada y otras dos pertenecían a la subespecie Trachemys scripta elegans.

Las dos primeras subespecies, la tortuga de Florida y la pintada, están catalogadas como dos de las cien especies exóticas invasoras más perjudiciales del planeta según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), por la alteración que produce en el hábitat, sobre las especies y sobra la salud humana. En concreto, ocasiona daños en la vegetación, compite con otros animales de la fauna autóctona y contribuyen a la expansión de enfermedades y parásitos. Estas dos subespecies, originarias las zonas tropicales y subtropicales de América, fueron introducidas como mascotas .

Tras la inspección, los agentes del GRUMA emitieron el acta de infracción correspondiente, contemplado en el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto por el que se regula el Catálogo español de especies exóticas invasoras, que prohíbe la posesión, transporte, tráfico y comercio.

Los agentes intervinieron, además, un ejemplar de cotorrra de Kramer, con el nombre ciéntífico de Psittacula krameri, que se encontraba a la venta en Internet. La incautación se produjo en San Bartolomé de Tirajana, donde se levantó el acta de infracción al propietario por carecer de licencia correspondiente.