más de la mitad de la actual plantilla de Guardias Civiles en la provincia, tiene la obligación de
informar a la sociedad canaria de un nuevo incumplimiento a la normativa de Prevención de Riesgos
Laborales en la Guardia Civil en Canarias, esta vez en la isla de Lanzarote.
Con 13 millones de turistas en 2016 y más de 7 millones en el primer semestre de 2017, Canarias es
visitada por muchos viajeros de todas las clases sociales, muchos de ellos de la Política.
A algunos de estos últimos, se les prestan servicios de seguridad, que incumplen las normas básicas
de seguridad en el trabajo y que incumplen la normativa de Prevención de Riesgos Laborales de la
Guardia Civil, durante este mes de agosto, en Lanzarote se están realizando estos servicios.
En la orden de servicio realizada por el Señor Comandante Jefe de la Compañía de Lanzarote, se
ordenan una serie de Servicios Estáticos en un lugar, que carece de sombra y de aseos donde los
agentes puedan resguardarse de las altas temperaturas que hay durante este mes en Canarias y donde
puedan hacer sus necesidades fisiológicas, amén de que NO se les hace ningún relevo durante las
ocho horas de servicio para que puedan tomarse el descanso reglamentario.
Hay que recordar, que varios agentes de la Guardia Civil en Las Palmas, han sufrido episodios de
Golpes de Calor durante este verano, esperamos que no tengamos que lamentar otra desgracia en
Canarias por no respetar la normativa de Prevención de Riesgos Laborales en la Guardia Civil.
Desde AUGC, creemos que estos “turistas” desconocen la precaria situación en la que los Agentes de
la Guardia Civil prestan este Servicio de Seguridad, ya que de conocerlo, NO lo consentirían.
AUGC reitera que los Agentes de la Guardia Civil son los trabajadores de la seguridad pública
española peor pagados, los que cuentan con los peores medios materiales, que carecen de una jornada
laboral digan y sin turnos de trabajo y que son los que menos derechos tienen.
Con más de 31.000 afiliados, AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria
en el Consejo de la Guardia Civil. Cuenta con representación en todo el territorio español, en cada
una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la
llegada de la democracia, cuando nació como un sindicato clandestino. Su lucha por la
democratización y la desmilitarización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de
Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE).
