Los actores recuerdan la magia de Santa Lucía y la carretera de Los Cuchillos.

La espectacularidad de la carretera Los Cuchillos y la mágica energía de Santa Lucía en Gran Canaria atrapan al elenco de Los Últimos de Filipinas.
La espectacular carretera de Los Cuchillos o la calma de Santa Lucía con sus montañas cargadas de energía y sus frondosos palmearles fueron algunos de los aspectos más desconocidos de Gran Canaria que atraparon al elenco de 1898 Los últimos de Filipinas durante los dos meses de rodaje en la Isla y que los actores recordaron para el público que acudió al pase especial del filme.



“El entorno es alucinante, tiene magia, esas montañas inmensas, el palmeral, nunca me pude imaginar que íbamos a encontrar un lugar tan idóneo para hacer la película”, apuntó el director, Salvador Calvo, quien también mostró su asombro por la infinita paciencia de los vecinos. “Estábamos toda la noche dando tiros y nunca, nunca, nunca, nadie protestó”, exclamó.

“Es un lugar maravilloso e inspirador para rodar”, además de polivalente, convino Luis Tosar, tanto es así que este mismo fin de semana se puede gozar de Gran Canaria en la gran pantalla convertida en la Filipinas de 1898, el Marruecos de 1942 con Aliados o la Gran Canaria actual con su barrio capitalino colonial y sus doradas dunas en Como Reinas.

Todos ríen cuando toca hablar de anécdotas, así que para ellos quedará la mayoría menos la de Miguel Herrán, que junto a Patrick Criado y Emilio Palacios, cuenta divertido cómo se llevó un perro de Gran Canaria. “Tengo un perro canario”, bromeó en un vídeo promovido por la Gran Canaria Film Commission del Cabildo, ente que gestionó las necesidades para el rodaje.

Como el hotel rural se convirtió en su casa, los vecinos, el juego que las montañas y el mar de nubes dieron a los escapes de cámara, o la oportunidad de mostrar el interior de Gran Canaria fueron otros de los aspectos que destaca el elenco, además de las cuevas, la comida y “Casa Antonio”.

Javier Gutiérrez, Carlos Hipólito, Karra Elejalde Y Eduard Fernández tampoco escatimaron en elogios, en especial con la carretera, con tantas curvas y tantos escarpados que por momentos es “terrible” además de espectacular y por eso se llama de Los Cuchillos, o su potente energía que para describir “habría que ser poeta”, si bien el público podrá intentarlo este fin de semana a través de las imágenes de la gran pantalla o visitando el enclave y experimentando por sí mismo la impactante paz de sus palmerales.