Todos los detalles de la Romería del Pino 2016.

65º Romería-Ofrenda
a Ntra. Sra. de El Pino 2016


Orden de las carretas de la Romería Ofrenda 2016
1. Teror
2. Cabildo de Gran Canaria
A.C. La Simiente (Tenerife)
3. La Aldea de San Nicolás
A.F. Mafasca (Fuerteventura)
4. Mogán
5. Las Palmas de Gran Canaria
A.F. Joapira (El Hierro)
6. Valleseco
7. Telde
Parranda Los Toledo (La Graciosa)
8. Firgas
9. Artenara
A.C. Altaja (Lanzarote)
10. Vega de San Mateo
11. Santa María de Guía
A.F. Tagonache (La Gomera)
12. Agüimes
13. Villa de Moya
A.F. Aduares (La Palma)
14. Ingenio
15. Arucas
16. Valsequillo
17. San Bartolomé de Tirajana
18. Gáldar
19. Agaete
20. Tejeda
21. Santa Lucía
22. Santa Brígida



Por quinto año consecutivo, 44 niños presentarán en décimas y por parejas cada una de las 22 carretas que, representando a cada uno de los municipios de Gran Canaria y al Cabildo Insular, llegarán a la Plaza de Teror. Como novedad, las décimas de este año han sido elaboradas por los verseadores grancanarios Yeray Rodríguez (Artenara), Expedito Suárez (Tenteniguada, Valsequillo) y José María Dávila (La Atalaya de Santa Brígida) pero en estrecha colaboración con los jovencísimos verseadores, puesto que ellos han propuesto en cada caso qué querrían decir en una ocasión tan emocionante para ellos, por lo que, de algún modo, también son autores de los versos. Los participantes han sido seleccionados por la Asociación de Verseadores Canarios Ochosílabas en estrecha colaboración con centros educativos y distintos colectivos vinculados a la tradición. A través de distintas reuniones celebradas en Las Palmas de Gran Canaria, Ingenio, Gáldar, Agaete y Mogán, se ha podido coordinar la elaboración de las décimas así como su memorización y recitado.

RESEÑA HISTÓRICA


La Festividad de la Santísima Virgen del Pino, Patrona de Gran Canaria, no sólo se vive con intensidad en Teror, en todas las carreteras, caminos y senderos que hasta ella conducen a miles de peregrinos, en la intimidad de las familias y hogares isleños, sino que allende los mares entre hijos de esta isla y sus descendientes también se vive con la misma fuerza, revitalizada por la nostalgia y las emociones; pues “la devoción a la Santísima Virgen del Pino ha ido progresivamente extendiéndose, alcanzado una proyección casi universal…”

“…Es amabilidad, simpatía hospitalaria, claridad, anchura... Desde el balcón de su arena; ondas, yodo y sal, nace un camino de plata, que rielando la luna, en la noche de horas tensas, sobre las aguas, que arrancando de nuestros pies, se adelanta sobre la quietud de la mar en calma y que nuestra imaginación hace llegar hasta las islas de nuestra nostalgia, de nuestro recuerdo ilusionado y amoroso, donde en estos precisos momentos se estarán iniciando, en un santuario de arquitectura más que centenaria, en el interior más pudoroso y recoleto de mi Gran Canaria, en Teror, las fiestas patronales de Nuestra Señora La Santísima Virgen del Pino. En Teror: que trae con fuerza irresistible a nuestra mente, dulces evocaciones de una infancia tranquila y sosegada; de una adolescencia feliz, con riqueza de lugares, momentos y situaciones, en aquellas romerías, esperadas cada año con anhelo y disfrutadas con alborozo, al amparo del balcón de tea o caoba, rebosante de geranios en flor, o a la sombra amiga, noble y protectora del castaño y del almendro, en los tilos, por entre cuyas copas ponía el sol manchas de oro sobre la pureza de nieve de unos manteles de hilo, extendidos para la bulliciosa y alegre comida en la romería del Pino, nada menos que en Teror.

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Según unos cronistas en el día 8 de Septiembre de 1481 y según otros en el mismo día del año 1483, a la sombra del bosque de Aterura, un alba resplandeciente que tamizaba la luz de su aurora por entre frondas de tilos, barbusanos, brezos y castaños; en el rumor musical del murmullo de tenues arroyos y dulces cantos del canario, el mirlo y el capirote, en lo alto de un frondoso pino, sobre una peana de mármol, entre tres dragos hermosos, entre resplandores de luz, ante la mirada tímida y expectante de los pastores que cuidaban sus ganados, la Virgen del Pino apareció en forma milagrosa. Y al pie del Pino Santo, manó una fuente de agua limpia, clara y cantarina, como fuente de las gracias de las que es dadora, la Madre del Redentor.

Este es el que pudiéramos llamar primer encuentro y que da origen a la fervorosa devoción del pueblo canario hacia la advocación mariana de Nuestra Señora del Pino y que fue alcanzada en los momentos iniciales de la evangelización de las islas, …

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Se acercan las fechas jubilosas. Las fiestas patronales de la Virgen del Pino de Teror. Y queremos volver en romería, por los caminos que desde Gáldar, por el corte de Guía hacia Firgas, nos llevan a las sombras alegres, de brisa sosegada, de arroyos claros, de jubilosa inquietud, que la nostalgia no nos permite resistir.
El deseo de volver, Señora, a tus plantas, es irrefrenable, incontenible. Queremos volver a Ti, en el alba de un 8 de Septiembre, por los aminos que forja nuestra ilusión, confundidos entre la multitud fervorosa e impaciente de romeros y peregrinos. Pero no como hijos pródigos que abandonaron un día el hogar en busca de emancipación y placeres; el hogar es amplio y no lo separa el mar ni la distancia, sino que lo aúna. Queremos volver, para con nuestra presencia física, recibir el don de tu gracia...”
Extraído del pregón de la Festividad del Pino pronunciado
en el Hogar Canario de Sevilla el 7 de septiembre de 1962
por el escritor grancanario José Rodríguez Batllori
TEROR

La carreta que este año representa al municipio anfitrión se denomina “Sentir el Pino”, y está diseñada por la Concejalía de Cultura y Festejos del ayuntamiento terorense. En esta 65 edición con su diseño se ha deseado plasmar el sentimiento que representa para todos los grancanarios y grancanarias esta fiesta grande, que va desde lo religioso a lo humano. El grupo que acompaña a la carreta de Teror es la “Agrupación Folclórica Los Guayres” que interpretará una folía cuyos compases bailarán los miembros del grupo ‘Aterura’.

Reseña histórica del municipio:
A lo largo de este siglo, varios han sido los escudos promovidos por las corporaciones de Teror, adaptados todos ellos para representar al municipio y reflejar su historia. En el año 1954, Don Néstor Álamo, Cronista Oficial de la villa, y a solicitud del alcalde de la época, Don José Hernández Jiménez, presenta un proyecto de escudo y blasón para uso oficial de la villa, que fue aprobado en sesión extraordinaria del pleno municipal del 25 de Junio de 1954. El Consejo de Ministros obvió algunos elementos propuestos originariamente por el artista, aunque la representación gráfica del proyecto de Don Néstor se siguió utilizando como escudo oficial.

Así mismo, el maestro de ceremonias de la Catedral de Canarias, Ignacio Jiménez Romero, escribió en su crónica “Aparición de Nuestra Señora del Pino”, aparecida en 1905, “Teror es un valle circunvalado de una cordillera de montañas y sierras... Por el nordeste, por donde está una entrada de peligrosos desfiladeros, penetró el ejército español conquistador. Pero los indígenas, encaramados en las crestas de las cordilleras, arrojaban enormes piedras sobre los soldados, matando a muchísimos, Mutilando a los demás y sembrando el espanto y el terror en todo el ejercito de tal modo, que tuvieron que retirarse, dejando en aquel sitio el fatídico nombre de Valle del Terror”.

Don Miguel de Unamuno visitó este singular caserío gran canario en 1910 describiéndolo como un lugar de especial sosiego que le recordó a alguno de los pueblos del Miño portugués; el castañar de Ossorio le acercó a la memoria más de un rincón de su nativo País Vasco. Unamuno escribió: “Era la noche de San Pedro y al volver del castañar a la villa, brillaban por donde quieran las hogueras en las sombras de las montañas y se oía el resonar de los caracoles marinos mezclado al de las ranas; y entramos en aquel Teror de sosiego, donde tan bien se duerme”.

A juicio de quien fuera el estimado y recordado Cronista Oficial de Teror, Vicente Hernández Jiménez, que escribió hace años el libro “La Villa de Teror”, la población del indicado término municipal se ha desarrollado básicamente después de la segunda mitad del siglo XVIII a mediados del XIX. Por su posición geográfica de confluencia de caminos y por el marcado factor religioso que le confiere ser la sede de la patrona de la Diócesis de Canarias y de la isla de Gran Canaria, Teror se convirtió en el centro de las medianías y en núcleo de las explotaciones agrícolas de autoabastecimiento. Así, en la plaza del santuario, según Hernández Jiménez, se desarrolló, juntamente con los llanos de Telde, el primer mercado de la isla de Gran Canaria, dónde se contrataban los frutos del país, que al irse mejorando a lo largo del siglo XVIII las condiciones de cultivo, adquieren un cierto valor. Además se traficaba con otros géneros de apero para la agricultura, enseres o productos textiles.

Teror es un valioso exponente de nuestra arquitectura burguesa. Sus edificaciones se encuentran homogeneizadas por los nobles balcones de tea rematados con tejas de color terroso que se abren ante la hermosa basílica de Nuestra Señora del Pino. La primitiva iglesia ya existía en 1515 con una sola nave y espadaña para la campana. A lo largo de los siglos sufrió diversas reformas hasta que en la segunda mitad del siglo XVIII se construye la actual basílica, que finalmente conservó la “Torre amarilla” de principios de esa centuria. En la citada torre, que según recuerda el Marqués de Lozoya es un reflejo tardío de la arquitectura Manuelista portuguesa, cuelgan las campanas que, según la tradición, pendieron del Pino Santo que alcanzaba las cincuenta varas de alto.

CABILDO DE GRAN CANARIA


El Cabildo de Gran Canaria trae este año a la Romería Ofrenda del Pino una carreta cuyo título alegórico es “Raíces de Gran Canaria”. Diseñada por Fernando Benítez en un excepcional carro de labor de finales del siglo XIX, se aprecia sobre el mismo la rica variedad y calidad del campo de la Isla. Un nutrido grupo de mujeres, hombres y niños ataviados con vistosos trajes típicos de gran riqueza artesanal, portan estandartes de frutos y flores, representando a todos y cada uno de los veintiún municipios de la Isla.

El binomio Cultura y Agricultura se pone de manifiesto en el diseño de la carreta del Cabildo, en la que han participado activamente las Consejerías de Cultura y la de Sector Primario y Soberanía Alimentaria de la mencionada Corporación. Destacan en la misma desde la fruta y verdura representativa de cada uno de los municipios de la Isla, hasta la singular variedad de flores y productos de nuestros fértiles campos.

También la carreta ofrece una representación de los productos ganadores de los distintos concursos de las catas insulares de vinos, quesos y aceites, amén de mieles, mermeladas y otros productos elaborados, que de forma innovadora y experimental se vienen desarrollando en la Granja Agrícola del Cabildo de Gran Canaria.

El grupo que acompaña a la carreta del Cabildo será “Los Gofiones” que, como no podía ser menos, interpretará ante la Virgen, la pieza de Néstor Álamo, “Caminito de Teror”.

Como la describió quién fue Cronista Oficial Carlos Navarro Ruiz, “…la isla de Gran Canaria, conocida en la antigüedad por el nombre de Tamarán, que según (el historiador local) Millares Torres significa país de valientes, está en el centro del Archipiélago entre los paralelos 29°25’30” y 27°30’ latitud N. 12°2’30” y 7°2’30” longitud O. del meridiano de San Fernando y 2°20’ de longitud oriental del Meridiano del Hierro, es de forma redonda, de suelo feraz y accidentado, vientos húmedos y bonacibles, sus campos se nutren de rocíos serenos, con una extensión en su totalidad de 3.839 kilómetros cuadrados…”

Enclavada en el noreste de la isla se encuentra su capital, Las Palmas de Gran Canaria, que ocupa una extensa franja costera que va desde la Bahía de las Isletas, formada por las antiguas isletas y el istmo de playas que las unían a la Isla, hasta los distritos más al sur del primitivo núcleo fundacional, constituido por los barrios de Vegueta y Triana, adentrándose en la actualidad hacia el interior de la isla por zonas situadas en la planicies que se extienden tras las altas montañas que circundan la zona de costa, donde se ha ido levantando la moderna ciudad que ya sobrepasa, entre población de derecho y de hecho, el medio millón de habitantes.

La ciudad es la capital de Gran Canaria y comparte la capitalidad de la Comunidad Autónoma con Santa Cruz de Tenerife, según lo dispuesto en el Estatuto de Autonomía de 1983. Su principal actividad radica en el sector servicios, sin olvidar la importancia vital del enorme Puerto de La Luz, crucial para el tráfico de mercancías y pasajeros en el Atlántico, así como de un sector industrial que cobra cada día mayor auge, en especial tras el establecimiento de la Zona Especial de Comercio.

Gran Canaria y la zona de su capital, pese a la ausencia de una documentación amplia, se conoce por estudios arqueológicos y gracias a determinadas fuentes clásica, fue un ámbito conocido y muy transitado desde épocas que se pierden en la noche de los tiempos, sirviendo de base a las navegaciones de pueblos como cartagineses, fenicios y romanos, sin descartarse la presencia de naves del norte de Europa.

Después de una primera colonización y poblamiento del archipiélago en la Edad Media, tras la llegada a Lanzarote del normando Juan de Bethencourt, que conquistó las islas de Lanzarote, Fuerteventura, Gomera y Hierro, donde estableció un señorío que iría pasando a diversas casas nobiliarias, llegado el año de 1478, y dadas las apetencias manifiestas de la corona de Portugal por asentarse en las islas aún no conquistadas, Gran Canaria, Tenerife y La Palma, con cuyos naturales mantenían buenas relaciones, los Reyes Católicos deciden iniciar la conquista de las mismas, comenzando por Gran Canaria.

Para ello el 20 de mayo de 1478 se pregona en el Puerto de Santa María la formación de una escuadra para la conquista de Gran Canaria, ofreciéndose grandes repartimientos de tierra y agua a quienes se alisten y pueblen dicha Isla. Días después partiría la expedición que, tras un largo periplo y diversos avatares, recala en la bahía de las Isletas. Desembarcada la expedición, su capitán Juan Rejón, considerado fundador de esta ciudad, decide aquel 24 de junio de 1478 levantar, junto a un riachuelo de aguas continuas y limpias, llamado Guiniguada por los aborígenes, un campamento permanente y bien fortificado en lo alto de una pequeña colina, que se llamó desde ese día el Real de Las Palmas, origen del que luego fuera barrio de Vegueta.

El primer gran evento que marca la vida de Gran Canaria, tras finalizar su conquista, que culminó Pedro de Vera el 29 de abril de 1483, será el paso de Cristóbal Colón en su primer viaje a América. Desde ese momento Gran Canaria — Isla Colombina por derecho e historia propia—, y con ella el Archipiélago de la que era entonces su cabeza visible, quedó incorporada no sólo a la gesta del Nuevo Mundo, sino a todo un proceso de comunicación y de encuentro que llevó a un escritor tan ilustre como el venezolano Uslar Pietri a decir que «Canarias ha sido la puerta de América, pero para Venezuela ha sido puente, lugar de encuentro en la cultura americana y la europea».

Otro evento a reseñar sería, a partir del año 1500, el comienzo de las obras de la Catedral de Canarias, en el corazón de Vegueta, frente a su plaza mayor, considerada no sólo el edificio más importante del Archipiélago, sino la primera obra más señalada que Castilla realizó fuera de la Península Ibérica.

A lo largo de los siglos XVI y XVII se sucedieron las arribadas de diversos grupos poblacionales, tanto de distintas zonas de la península, como de Génova, Malta, Portugal, norte de Francia y de los Países Bajos, sin olvidarnos del asentamiento de contingentes significativos de judíos y moriscos. Si bien muchos de ellos llegaban con la intención de continuar para América, la mayoría se asentó vinculándose a actividades mercantiles, a la introducción de nuevos y rentables cultivos como la caña de azúcar y la vid, a la par de seguir con el antiguo comercio de la orchilla.

Los siglos XVI, XVII y XVIII estuvieron plagados de ataques piráticos a Gran Canaria, lo que obligó a amurallar su capital para preparar su defensa. La mayoría se repelieron con mayor o menor éxito, hasta que en junio de 1599 el holandés Van der Does logró tomar la ciudad durante varios días, expoliando sus mercancías y su patrimonio artístico e incendiándola antes de dejarla. Aquel evento marcó definitivamente a la ciudad que perdió la supremacía económica, política y social que disfrutó en el Archipiélago hasta ese momento. La memoria de estos acontecimientos no se olvidó nunca y marcó siempre la vida de sus vecinos.

Gran Canaria y su capital recuperaron mucho de su impulso económico, cultural y social en los últimos años del siglo XVIII con la llegada de hombres e ideas de la Ilustración. Se crearon hospitales, instituciones como la Real Sociedad Económica de Amigos del País y el Seminario Conciliar, primer centro de estudios universitarios que tuvo el Archipiélago, y se reactivaron el comercio, la agricultura, la pesca y determinadas labores artesanas.

Sin embargo, la verdadera modernización de Gran Canaria no comenzaría hasta los años centrales del siglo XIX, cuando una generación despierta e inquieta, muchos de cuyos miembros se formaron en universidades como las de Cádiz, Granada, Madrid, Londres, Montpelier y París, aprovechando el momento de esplendor económico que vivía la Isla con la exportación de la cochinilla y con el establecimiento de los Puertos Francos, por el gobierno de Bravo Murillo en 1852, impulsaron su progreso, cuyo gran símbolo la construcción de un nuevo y moderno puerto, inaugurado en el tránsito del siglo XIX al XX, que cambió radicalmente tanto la economía, como los usos y costumbres de la población.

El siglo XX, tras el momento de esplendor inicial que se disfrutó con el desarrollo portuario y la presencia de un primer turismo, se caracterizó por el decaimiento que sufrió a consecuencia de las dos guerras mundiales y la guerra civil española, que paralizaron casi completamente su actividad comercial y las exportaciones agrícolas. Ya en los años sesenta la recuperación gradual del turismo, y luego de otros sectores vinculados a la actividad mercantil y portuaria, permitieron la reactivación de la vida económica de Gran Canaria.
LA ALDEA DE SAN NICOLÁS


La carreta que este año representa al municipio de La Aldea de San Nicolás en Teror ha sido diseñada por los miembros del Proyecto de Desarrollo Comunitario del municipio y se denomina “La arrancada del trigo en La Aldea”. El trigo y los productos de la tierra componen la alegoría de este municipio agrícola y marinero lleno de historia. Los productos que se ofrendan son, en su mayoría, recolectados y donados por los agricultores aldeanos.
El grupo folclórico y el cuerpo de baile que acompaña a la carreta pertenece igualmente al Proyecto de Desarrollo Comunitario de La Aldea.

Reseña histórica del municipio:
La historia del municipio de San Nicolás de Tolentino se remonta al siglo XIV, cuando una expedición de navegantes mallorquines construye en una cueva de Bocabarranco la que fuera la primera ermita del lugar. Cerrada en 1582 por desacato y ofensa de marinos de religión luterana, se levantaría en el siglo XVII un pequeño templo en el mismo lugar en el que se alza hoy la actual parroquia matriz.
La incomunicación por tierra con los restantes núcleos poblacionales de la isla de Gran Canaria, obligó a los aldeanos a la construcción de un pequeño puerto costero de donde salían tanto los productos agrícolas de subsisten cia que se cultivaban en el fértil valle como los propios habitantes del lugar con el auxilio de barcos veleros y a vapor.

En plena Guerra de Independencia se registró en La Aldea de San Nicolás un conato de sublevación popular con el que los habitantes del valle pretendían apoderarse de las tierras que allí poseía el marqués de Villanueva del Prado.

Al denominado Pleito Social Agrario pone fin la visita que gira el Ministro de Gracia y Justicia, Galo Ponte, al lejano municipio.

MOGÁN


La carreta que este año representa al municipio de Mogán ha sido diseñada
por Emilio García Sánchez, mientras que el popular barquillo que siempre acompaña a la misma, por Sebastián Llovet. Su titulo es “Carreta con frutos de Mogán y barquillo con marineros y pescado”. La ofrenda consta de frutos del municipio, destacando los tropicales que tan característicos son de la zona, como mangos, aguacates y papayas, entre otros, que han sido cedidos por los agricultores del municipio.
El barquillo, en el que se aprecian marineros asando pescado, porta, como siempre, su espectacular pez espada–picúo, además de bonito, sama, morena.
El grupo folclórico que acompaña a la carreta es la ”Agrupación Folclórica Los Pescadores de Arguineguín” que interpretarán unos “Aires de Lima de El Palmar de Teror” .

Reseña histórica del municipio:
El municipio de Mogán es un amplio valle que se extiende desde el barranco llamado del Mulato y busca la salida hasta la rivera marina por una dilatada vega de delicioso clima subtropical, donde se producen diferentes frutos del trópico desde el aguacate y el mango hasta el mamey de enrojecida pulpa y el papayo carnoso.

Mogán, que en su historia prehispánica pasó a denominarse Moka o Mogador, estuvo muy poblada por los aborígenes canarios como lo demuestra la profusión de restos arqueológicos localizados fundamentalmente en Tauro Alto. En tiempos del Rey Carlos IV y a consecuencia del proceso de despoblamiento que venía sufriendo el Valle se aplican al citado territorio fueros y disposiciones especiales por los cuales se repartían tierras, se ofrecían ayudas de capitales, simientes, aperos y animales a futuros pobladores.

En el pueblo de Mogán se localiza su iglesia matriz, edificio que data de 1814, y que se levantó con dinero que desde la isla de Cuba envió el matrimonio conocido por los Sres. Sarmiento y Coto. Dentro de la citada iglesia llama de manera especial la atención el artesanado que recuerda al de la iglesia de San Juan de Telde, así como dos imágenes de San Antonio de Padua, patrón del municipio y una imagen de la Inmaculada de inconfundible factura granadina.

Mogán se encuentra situado a 250 metros de altitud, comunicado por la carretera que sigue la cuenca del barranco de su mismo nombre, en cuya desembocadura se localiza la Playa de Mogán, importante puerto pesquero. En el extremo más occidental de la comarca se sitúan los caseríos de Veneguera, Tasarte y Tasartico.


CANDELARIA


Reseña histórica del municipio:
Teror se encuentra hermanado con el municipio de Candelaria, por lo que anualmente una representación folklórica del municipio, visita Teror, para acompañar a la Patrona de la Diócesis de Canarias, la Virgen de Ntra. Sra. del Pino.
Situado en la zona meridional de la isla de Tenerife, una parte de Candelaria está en el Valle de Güímar y la otra entre La ladera de Las Tablas y Barranco Hondo. Candelaria presenta una gran diversidad de espacios Como consecuencia de una variedad topográfica muy acentuada,
Sus principales elevaciones son El Chiringel, El Gaitero, Montaña Amarilla o del Cuchillo y Montaña Colorada.
Entre sus barrios, destacar el Barranco Hondo, de La Tapia, del Rincón, de Las Goteras, del Chirigel, Araca, Chacorche, de la Fuente, y de Leres

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA


El municipio de Las Palmas de Gran Canaria en esta 64 edición de la Romería Ofrenda está representado por una carreta cuyo título esFiesta Canaria”, que ha sido diseñada por Sergio Hernández Lope y Eduardo Rivero Hernández, en homenaje a Néstor Martín-Fernández de la Torre en Conmemoración del 60 Aniversario de la inauguración del Museo Néstor acaecida en 1956. Se trata de una representación tridimensional de la obra en la que Néstor pinta el luneto ‘Fiesta Canaria’ en 1937 con objeto de incluirlo en la decoración de la residencia de Mr. Pilcher, desgraciadamente destruida. El escudo también fue realizado por Néstor entre los años 1925-1928 por encargo del Ayuntamiento capitalino, destinado al Teatro Pérez Galdós.
El grupo que acompaña a la carreta capitalina es la “Agrupación Folclórica Susurros Isleños”, que interpretará ante la imagen una “Saltonas de Gran Canaria”.

Reseña histórica del municipio:
Las Palmas de Gran Canaria, capital de la isla, nació para la historia el 24 de junio de 1478, en la noche, que dicen, más mágica del año, coincidiendo con la llegada del verano. Desde entonces han transcurrido 525 años, algo más de cinco siglos que han dado a la ciudad el carácter moderno, cosmopolita y abierto.

La historia nos habla de 5 siglos sorteando invasores y piratas, acogiendo el comercio transcontinental, estableciendo lazos con países de las más diversas latitudes del planeta y conformando una economía dinámica que la han convertido en el núcleo urbano más importante del archipiélago.

La ciudad tiene su origen en el barrio de Vegueta, fue allí donde el capitán castellano, Juan Rejón, instaló el campamento militar con el que más tarde iniciaría la conquista de la isla. En el margen derecho del Guiniguada nació Las Palmas de Gran Canaria, en torno a la ermita de San Antonio Abad se empezó a concentrar en años posteriores el poder religioso, administrativo y político, del que hoy queda huella en las Casas Consistoriales, la Catedral, el Obispado y la Casa Regental, agrupadas en torno a la plaza de Santa Ana.

Fue en 1483 cuando la ciudad se extendió al margen izquierdo del barranco, dando lugar al barrio de Triana donde se construyó el primer puerto, junto a la ermita de San Telmo.

Durante siglos la capital grancanaria mantuvo sus límites dentro de dos murallas, una al norte y otra al sur, Santa Ana y Santa Isabel, para su defensa. Los ataques piratas se sucedieron hasta el siglo XVIII, dejando la huella nombres como el holandés Van der Does, Hawkins y Drake.
A mediados del siglo XIX la ciudad creció en dirección a la bahía de La Isleta, al tiempo que se construía el Puerto de La Luz y Las Palmas, que propició su modernización. Entre Vegueta y el Puerto, empezaron a extenderse barrios a lo largo de la costa y en los riscos.

El trazado urbano de Las Palmas de Gran Canaria se extiende mirando al mar. En el norte, el istmo de La Isleta forma dos playas: Las Alcaravaneras y Las Canteras; al sur, son las playas de San Cristóbal y La Laja las que miran al horizonte.

El siglo XX, a partir de la segunda mitad, convirtió a la ciudad en la cuna de la industria turística de las Islas Canarias. El turismo extranjero empezó a llegar y la sociedad dio otro vuelco. La actividad del Puerto de La Luz, convertido en una base portuaria prioritaria a nivel internacional provocó nuevas transformaciones. Las Palmas de Gran Canaria pasó a ser el centro económico y comercial de las islas. Una ciudad que no ha parado de crecer en población, modernización y en influencia social.
SANTA LUCÍA

La carreta que este año representa al municipio de Santa Lucía ha sido diseñada por el Taller de Animación del Ayuntamiento y su título es “Costureras de almazuela”.
La misma pretende mostrar el trabajo de las costureras que con retales y trozos de ropa en desuso, unían fragmentos de telas y elaboraban colchas y manteles formando figuras, dando lugar a vistosas piezas hechas a mano. Esta técnica se desarrolló en Santa Lucía durante la época de las posguerra y fundamentalmente más que un entretenimiento, constituía una necesidad ya que no se poseía de materia prima para elaborar ropas de abrigo con las atajar el frío del invierno. Productos de la tierra como tomates, pimientos, calabazas, plátanos, pepinos, naranjas o papayas, se entremezclan con el gofio o la sal de las Salinas de Tenefé.
El grupo que acompaña a la carreta es la “Parranda de Santa Lucía”, que interpretará ante la imagen la “Isa de Candidito”.

Reseña histórica del municipio:
El municipio de Santa Lucía, se encuentra situado en la zona sur oriental de Gran Canaria a 600 metros sobre el nivel del mar. Parte de una forma radial desde el centro de la isla en una estrecha franja hasta la costa, entre los municipios de la Villa de Agüimes y San Bartolomé de Tirajana situada a 51 Km. de la capital.

Históricamente el municipio de Santa Lucía tiene una significación especial. Fue en el Roque que hoy llaman la Fortaleza de Ansite, donde Bentejuí selanza por aquellos espantosos impresionantes desfiladeros al grito patriótico de ¡Atis Tirma!

El municipio cuenta con abundantes recuerdos de la época precolonial y en la actualidad existen dos núcleos de población diferenciados: Santa Lucía, en el interior de la isla, y la zona de costa del municipio donde se unen los núcleos que agrupan la mayor parte de la población. Su fiesta principal se celebra el 13 de diciembre en honor a Santa Lucía, Patrona del municipio, declarada de interés turístico, donde se incluye la Romería en homenaje a los Labradores, que se desarrolla siempre el siguiente domingo después de Santa Lucía.

Cuatro elementos definen la economía del municipio: un intenso desarrollo comercial favorecido por el crecimiento de la población que a ronda los 53 mil habitantes, ha hecho de Santa Lucía uno de los referentes comerciales más importantes de la isla. Una agricultura moderna, el desarrollo industrial, turismo rural y el windsurfing, además de un importante sector de servicios, conforman en la actualidad un municipio prospero.
VALLESECO

La carreta que este año representa al municipio de Valleseco lleva por título “De la tierra a la mesa”, y ha sido diseñada por la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Valleseco.
En ella se aprecia numerosas cestas en las que observa un surtido de productos del municipio, como papas, piñas, tunos, coliflor, limones, ciruelas y calabazas, entre otros.
El grupo folclórico que acompaña a la carreta es la “Agrupación Folclórica Abenechara”, que interpreta el tema “Mazurca de Guía”.

Reseña histórica del municipio:
Valleseco es el municipio más joven de Gran Canaria nacido al amparo de la constitución de Cádiz de 1812 conocida popularmente como “La Pepa” por haberse promulgado el día de San José de ese año, oportunidad que aprovechan los vecinos de Valleseco para segregarse de Teror y crear su propio municipio.
Ya desde 1746 contaba con ermita a donde fue llevado su patrono San Vicente Ferrer desde Teror donde los vecinos de Valleseco se encargaban de darle culto.

El municipio ha adoptado el lema “VALLESECO, NATURALEZA VERDE”, en aparente contradicción con su nombre, dado el esplendor de su vegetación favorecida todo el año por la condensación de nubes que produce sobre su territorio los vientos alisios lo que hace que disponga de lugares tan hermosos como el Barranco de la Virgen cuya denominación viene dada por la Data de las tierras que hiciera Carlos III en 1767 para el sostenimiento del culto a la Virgen del Pino.

En dicho barranco se encuentra la zona conocida como Barranco oscuro, reserva de endemismos de flora únicos en el mundo.

SANTA MARIA DE GUÍA


Santa María de Guía presenta la carreta “Vamos de Romería”, que ha sido diseñada por Rafael Fuentes Terán. Como no podía ser de otra forma, no faltan en ella los adornos florales, una rica variedad de frutas, los tradicionales dulces de Guía, espléndidos racimos de plátanos y su sabroso y exquisito queso de flor.
El grupo folclórico que acompaña a la carreta de Guía es la Agrupación Folclórica “Noroeste Guiense”, que interpreta “Folías”.

Reseña histórica del municipio:
Acabada la conquista, en el repartimiento de tierras correspondieron las de Guía a Sancho de Vargas Machuca, quien en 1491 levantó una ermita a Nuestra Señora de la Guía, que fue erigida en parroquia en 1533. Santa María de Guía fue durante muchos años en barrio importante perteneciente al municipio de Gáldar, hasta que en 1525 el entonces gobernador Pedro Girón la concede vara de alcalde y justicia con lo cual quedaba constituido en municipio independiente. Antiguamente dicho barrio se denominaba las Tres Palmas donde nació el gran imaginero en 1756 José Luján Pérez, escultor de producción eminentemente religiosa.

Igualmente puede contemplarse en Guía la Villa Melpómene, casa donde vivió Camilo Saint-Saëns y en la que compuso algunas de sus obras musicales.

VALSEQUILLO


Valsequillo, como viene haciendo desde hace unos años, nos acerca hasta Teror la carreta ganadora en la pasada edición de la Romería-Ofrenda de San Miguel Arcángel 2015. En este caso, ha sido elaborada y diseñada por los vecinos del barrio de Luis Verde, en coordinación con la Concejalía de Festejos y Actos Populares del Ayuntamiento de Valsequillo, a la que ha dado por título “El reloj de bolsillo”, pieza imprescindible en el ajuar del hombre del campo canario. Se trata de un homenaje a este silencioso objeto que acompañó a tantos vecinos de Valsequillo en momentos importantes de la vida, como la misa dominical, las bodas, funerales y bautizos, etc.
¿Quién no recuerda a los rancheros de Valsequillo midiendo la hora de agua que le llegaba al agricultor con su reloj de bolsillo?
Se aprecian sobre la carreta productos naturales que se cultivan en el municipio de Valsequillo, como calabazas, calabacinos, pimientos, tunos, higos, almendras, fresas, naranjas, ciruelas, papas, millo, berros, tomates, zanahorias, así como su queso y su vino.


El folclore que acompaña a la carreta de Valsequillo lo pone la “Agrupación Lomitos de Correa”.

Reseña histórica del municipio:
La historia prehispánica de Valsequillo se encuentra muy ligada a las costumbres religiosas de los aborígenes canarios, pues en su jurisdicción existió una almogarén o lugar de oración donde se concentraban los Faycanes o Guayres de Telde, y se rociaban las harimaguadas con leche fresca de cabra y miel de abejas, ofreciendo al dios único, Alcorac, el sacrificio de cada año en lo alto de la sagrada montaña del Helechal.
En tiempos de la Conquista, tiempos de los caudillos canarios Tecén y Niguada, quienes dominaban las márgenes del sagrado recinto, los castellanos plantaron la Cruz de Cristo, recibiendo desde entonces el lugar las denominaciones del Lugar de Sepultura y Sepultura del Colmenar.
En 1.670 se construye una ermita en el lugar, que en 1.800 por el obispo Verdugo queda instituida por parroquia de San Miguel Arcángel. Valsequillo perteneció al Ayuntamiento de Telde hasta 1.802, fecha en la que por Real Orden se le concede una Alcaldía.

GÁLDAR


La carreta que este año representa al municipio de Gáldar ha sido diseñada por Juan Martín Tacoronte, y su título es “Los Guayres de Agáldar”. Sobre la carreta se aprecia fruta y otros productos característicos del municipio como son los plátanos y las cebollas.
El grupo folclórico que acompaña a la carreta es “Los Cebolleros” que interpreta “Folías a Gáldar”.

Reseña histórica del municipio:
En esta ciudad se preludia la Conquista definitiva de la isla de Gran Canaria. Prisioneros los más notables guerreros aborígenes como Maninidra, el Guanarteme de Agaldar, Tenesor Semidán, es trasladado a la Península ante los Reyes Católicos donde será bautizado y apadrinado por el propio Don Fernando, recibiendo el nombre de Fernando Guanarteme.

Como el último Guanarteme de la isla, Tenesor Semidán, hizo entrega de su persona a los Reyes Católicos, los castellanos entraron en la ciudad prehispánica acompañados del que fuera el primer Obispo de Canarias residente, Fray Juan de Frías, quien en 1481 celebró la Santa Misa en el propio Palacio de los Guanartemes. En el jardín de dicho palacio, destruido en el siglo XVIII, se encuentra actualmente el patio de las Casas Consistoriales de Ayuntamiento del municipio norteño. Allí, mudo testigo de la historia, resiste un drago milagrosamente conservado.

En Gáldar abundan vestigios importantes de la cultura guanche como son la Cueva Pintada, la cual se ha abierto recientemente al público como Museo, los yacimientos de los Mugaretes del Clavo, el poblado aborigen del Agujero y el túmulo real de la Guancha, entre otros.

SANTA BRÍGIDA

La carreta que este año representa al municipio de Santa Brígida lleva por título “La cocinilla de la abuela”. La ofrenda es fruto del trabajo de los agricultores, vinicultores, panaderos y floristas del municipio, que voluntariamente han querido colaborar como es tradición en la carreta satauteña. La agrupación folclórica “Las Goteras” y un cuerpo de baile de los miembros de la Escuela Municipal de Folclore de la Villa de Santa Brígida amenizan la descarga de la carreta con el tema “Fulgida luna”.
Reseña histórica del municipio:
Su nombre primitivo fue Sataute, pequeño palmeral. El barrio de Satautejo designa un nombre aborigen diminutivo, castellanizado posteriormente.

Santa Brígida fue un centro comercial colonial muy importante al que antiguamente se le llamaba “El Lugar de la Vega”, ya que abarcaba en sus límites más allá del municipio cumbrero de Tejeda.

Con el paso de los años, Santa Brígida pasó a denominarse Vega de Abajo, siendo centro de notable contratación en el comercio de vinos.
En Santa Brígida se organizaron en 1599 las milicias canarias al mando del teniente gobernador de Alonso Alvarado, Pamochamoso, contra la gran Armada Holandesa capitaneada por el general Pieter Van der Does.

Los holandeses poseían una armada compuesta por 74 navíos, más de seis mil hombres armados y 150 lanchas auxiliares de desembarco que constituían una expedición de castigo contra las dominaciones españolas en ultramar en el contexto de la sublevación de los Países Bajos contra la dominación española.

Tras dos días de heroica resistencia en la que resultó gravemente herido Alonso Alvarado, los holandeses logran asaltar la ciudad de Las Palmas, mientras la Vega, quedando entre el invasor y los canarios, como zona de protección, la maraña del Monte Lentiscal. Van der Does, ya dueño y señor de Las Palmas, pide la celebración de conversaciones y son nombrados como emisarios el poeta Bartolomé Cairasco de Figueroa y el capitán Antonio Lorenzo. Las exigencias del general holandés no son aceptadas y entonces, como castigo, envía este una expedición hacia Santa Brígida compuesta de cuatro mil soldados.

La tropa canaria, que no supera los trescientos hombres, le tiende una emboscada en el Monte Lentiscal, atemorizando de tal forma a los holandeses que estos optan por retirarse dejando numerosos muertos y prisioneros en manos de los canarios.

En memoria de este acontecimiento histórico, los satauteños celebran todos los años en agosto la fiesta de La Naval que viene a recordar la victoria sobre los holandeses en 1599. Asimismo, en el escudo de Santa Brígida figura un rosario y una cruz con la siguiente leyenda: “Por España y por la Fe vencimos al holandés”.

Dentro del término municipal de Santa Brígida se encuentra la Caldera de Bandama, cráter volcánico de 800 metros de diámetro y 200 de profundidad.

Bandama o Vandama no es nombre aborigen sino una corrupción de Van Damme, apellido flamenco de uno de los primero propietarios de la Caldera, rico hacendado y comerciante en vinos durante el siglo XVII.

En Santa Brígida también se localiza la ermita de Ntra. Sra. de la Concepción y de San Francisco de Paula. En la Iglesia matriz se conservan algunos asientos de partidas de bautismo de aborígenes. En una de las naves se supone que se encuentra enterrado Alonso Alvarado que vino a morir a la Vega después de ser herido en el istmo de Guanarteme.

FIRGAS


La carreta que este año representa al municipio de Firgas tiene por título “El Mercado”. Los productos ofrendados son frutos y verduras del municipio, así como flores que realzan el diseño de la carreta.
El grupo “Los Paperos”, con el Cuerpo de Baile de Miguel Gil, acompaña con su música a la carreta de Firgas, e interpretará ante la imagen una “Seguidillas de Gran Canaria”.

Reseña Histórica del municipio:
Firgas es un topónimo aborigen con prestancia de sobreposición o altura. Sobre un posible núcleo prehispánico, la Villa creció en torno a un picacho y escaló la cima del mismo para hacerse atalaya y mirador de mares y cumbres.

El primer nombre que en la historia conocemos para este municipio es el de Afurgad. Como suele repetirse en las islas, tropezamos con un problema evidente de interpretación. Tenemos la problemática del puente entre el originario Afurgad y su derivado Firgas, cuestión que ha llamado la atención del investigador Wöfel. El mundo prehispánico, Afurgad nos queda como localidad del Guanarteme de Agáldar, situada en la zona que recibía el nombre de Bosque o Selva de Doramas.
En 1484 los conquistadores Tomás de Palenzuela, Martín Andueza y otros, obtuvieron importantes datas en los compartimientos de tierras u aguas del lugar. Comienza entonces la explotación agrícola e industrial de esta marca con la construcción de un ingenio de azúcar en el lugar donde se fundara la Ermita de Firgas, dedicada a San Juan de Ortega, en torno a la misma surgiría la actual población. En 1517 se funda y dota una capellanía para tener fijo en dicho lugar a un sacerdote.
En 1613 se funda el Convento Dominico de San Juan de Ortega que se cerraría definitivamente en 1836. En 1845 se inauguró la parroquia de Firgas, bajo la advocación de San Roque, patrono de la villa por aclamación popular de este inmemorable tiempo. A mediados del pasado siglo Firgas es ya municipio.
Firgas cuenta con un gran número de pozos, galerías y fuentes de agua entre las que cabe destacar la que envasa sus aguas para ser degustadas en todas las mesas isleñas. Aparte de los manantiales de agua, la riqueza del municipio es básicamente agrícola con cultivos de medianías en los que se cosechan papas y hortalizas.
Las cualidades curativas de las aguas de Firgas eran bien conocidas desde los primeros años del siglo XVIII y cuentas las crónicas que enfermos de Europa e América acudían a sus fuentes y curaban sus males. Fuente-Santa se la denominó. Posteriormente se construyeron quince baños. Los lugareños recuerdan que muchas personas se hospedaban en el balneario construido en 1868 situado en la parte superior de la vertiente firguense.
SAN BARTOLOMÉ DE TIRAJANA


La carreta que este año representa al municipio de San Bartolomé de Tirajana ha sido diseñada por Víctor Montoro, y su título es “Voces en la mar”.
Se trata de un homenaje a los hombres y mujeres que, desde tiempos inmemoriales, se dedican a la pesca para consumo propio, venta o intercambio por frutas o verduras. Sobre la carreta se aprecia una manifestación de los mejores productos de la tierra tirajanera.
El grupo folclórico que acompaña a la carreta es la “Agrupación Folclórica Umiaya”, que interpretará una “Isa vivita”.


Reseña histórica del municipio:
San Bartolomé de Tirajana cuenta con la playa de Maspalomas es sin duda la mejor playa de la isla, con una extensión de 4750 metros, de arena dorada.

En ella se encuentra el parque natural de las Dunas de Maspalomas que está constituido por tres ecosistemas: las dunas, la charca y el palmeral. Por último, nos encontramos con el símbolo por excelencia de Maspalomas, el Faro. Es una construcción ubicada en el extremo meridional de Gran Canaria, cuya finalidad era servir de recalada a todas las líneas de vapores de África, Oceanía y América, además de los barcos de las pesquerías del banco canario sahariano.

El proyecto de las obras fue realizado por el teldense Juan de León y Castillo, quién fundó el muelle de la Luz en Las Palmas de Gran Canaria y hermano del Marqués del Muni, D. Fernando, Ministro de Ultramar y luego de la Gobernación, quien tuvo que construir un muelle con una pequeña rampa para poder descargar los materiales necesarios para la construcción, dado que hace un siglo este lugar era un verdadero desierto casi incomunicado. El resultado es un faro de 65 metros de alto, el tercero de España en altura. Por este motivo, D. Juan León y Castillo aconsejó que la casa tuviera dos pisos y que se incluyera una serie de elementos en la decoración exterior, como es el conjunto de ventanas que embellecen la silueta cilíndrica de cantería finamente labrada.

La imagen de Santiago que se conserva en el interior de su iglesia procede de la ermita de Tunte. Cuando se acordó el traslado de la indicada imagen a la iglesia parroquial de San Bartolomé, cuenta la tradición que el Santo pesaba de tal manera a medida que se alejaba de la ermita, que los hombres que portaban las andas tuvieron que detenerse. La imagen hubo de ser devuelta a su morada primitiva, para lo que se tornó gustosamente más ligera. Pese a las protestas del Santo, lo cierto es que fue trasladado finalmente a San Bartolomé, donde hoy se rinde culto y se le hace una gran fiesta cada 25 de julio.

AGÜIMES

La carreta que representa al municipio de Agüimes lleva por título “Homenaje a los canteros y labrantes de la piedra de Agüimes”, y está diseñada por la Asociación Cultural Deportiva y Recreativa Ni quito ni pongo de Agüimes. Esta misma carreta fue la ganadora del primer premio en la Romería-Ofrenda a Nuestra Señora del Rosario, celebrada en este municipio el pasado octubre de 2015. Entre los productos que ofrenda Agüimes no falta su famoso pan, así como productos de la tierra como pimientos, cebollas, pepinos, calabazas, zanahorias, coles, habichuelas, papas, sandias, melones y limones, entre otros. La piedra y el barro constituyen las materias fundamentales en la construcción de este municipio, que ofrecía a los canteros y labrantes la posibilidad embellecer paredes, muros, fachadas y monumentos. Sobre la carreta se observa a Antonio Rodríguez, uno de los pocos canteros que en la actualidad siguen en activo.

El grupo que acompaña a la carreta es la Agrupación Folclórica “Argones” de Agüimes que interpretará una “Polca de Agüimes o también llamada Polca de la lata”.

Reseña histórica del municipio:
El municipio de Agüimes se encuentra situado en el sureste de Gran Canaria y se extiende desde la zona de costa hasta medianías, por encima de los ochocientos metros de altura, ocupando un total de 76,5 kilómetros cuadrados. Alberga por ello una gran diversidad paisajística, que va desde las playas del litoral como Arinaga o Vargas, hasta los bellísimos pasajes del barranco de Guayadeque y Temisas ambos con una flora rica en elementos endémicos. La población de hecho alcanza ya los 30.000 habitantes, repartidos en catorce núcleos de población.

La Villa de Agüimes fue cabeza de Señorío perteneciente a la Cámara Episcopal de Canarias desde 1486, singular otorgamiento concedido por los Reyes Católicos en tiempos del Obispo Frías, en pago de los dineros que la Villa había aportado para la conquista. La autoridad episcopal era tan absoluta dentro del citado feudo, que ni la justicia civil de Carlos I podía penetrar en los límites de sus tierras en busca de aquellos que eludían el pago de sus deudas, refugiándose en la Villa al amparo de la inmunidad.

En el Agüimes actual el legado de nuestros antepasados convive en armonía con la modernidad. Su oferta turística está ligada al patrimonio, a la naturaleza, a la gastronomía tradicional y los productos de la tierra, a la tradición y a la cultura.

Hoy Agüimes encierra en cada rincón una antigua historia que contar y un futuro lleno de buenos augurios. La industria, la agricultura de exportación y la energía eólica son elementos significativos del Agüimes moderno.


VEGA DE SAN MATEO


La Vega de San Mateo acerca hasta Teror la carreta denominada “Pastoreo en Tinamar”, que ha diseñado Domingo Santana Guitérrez. En ella se puede ver una representación de una de las prácticas tradicionales más señeras de los campos de Gran Canaria, el pastoreo. El pastor, junto a su fiel compañero, el pero, realiza su merecido descanso en la piedra que mejor le permita supervisar a todo el rebaño, para seguir por las cumbres de San Mateo buscando los mejores pastos. Quesos, pan, papas, gofio y productos de temporada del mercado agrícola de este municipio acompañan a la representación de San Mateo.
La parranda que acompaña a la carreta es “Buchito de café”, a quien acompaña el cuerpo de baile de la Escuela de Amado Rodríguez. El tema que interpretan: “Folías de La Palma”.

Reseña histórica del municipio:
En el centro de la isla, a unos 22 kilómetros de distancia de la capital grancanaria, se encuentra localizada la antigua Tinamar, lugar en donde ya en 1736 existía una ermita en honor del apóstol San Mateo, personaje muy vinculado con las tareas agrícolas y al que se le ofrecían misas y novenarios solicitándole que lloviera y combatiera las plagas de langostas.

La economía de la Vega de San Mateo se ha venido basando exclusivamente en la explotación agrícola y ganadera, siendo esta última la que más fama ha otorgado a la Vega. Dominicalmente se celebra en el mercado de ganado del citado municipio una importante feria.

También se halla en San Mateo un mercadillo de agricultores muy popular en Gran Canaria, donde se venden directamente a los consumidores los productos cultivados en sus propias tierras.

Cuenta la Vega de San Mateo con un valioso museo etnológico que recoge diversos aspectos de la vida campesina de Gran Canaria: El Centro Histórico La Cantonera, en la que se exhibe una amplia colección de utensilios, enseres y otros objetos populares.

La Lechuza, la Lechucilla, Cueva Grande, Utiaca, Aríñez, la Yedra, la Bodeguilla y Camaretas, complementan la belleza de este rincón de Gran Canaria donde se mantiene el encanto de la fértil y vieja Tinamar.
TEJEDA


Diseñada por Sindia García Medina, la carreta del municipio de Tejeda tiene por título “Tejeda siempre en flor”.
Tejeda trae a la Virgen del Pino una representación de uno de los árboles más característicos de su territorio, el almendro, alrededor del que se desarrollan las tareas de la recogida y la partida de su fruto, la almendra. En la carreta se apercian productos que se recolectan en este pago de la cumbre de Gran Canaria a lo largo del año, porque muchos, variados y buenos son los frutos y las hortalizas que se recogen en sus tierras. Vemos desde sus apreciadas papas y frutas a, por supuesto, su repostería típica y tradicional de la zona elaborada con la almendra.
El grupo que acompaña a la carreta es “Amigos de Tejeda”, que interpretará ante la imagen el tema “De Tejeda a Teror”.
Reseña histórica del municipio:
Tejeda situado en el centro de la isla de Gran Canaria, ocupa las cumbres más elevadas de esta, hasta unos dos mil metros, formando un impresionante paisaje montañoso. En su cadena de agrestes montañas y profundos barrancos se encuentra el Parador de Tejeda, proyecto de promoción turística del centro grancanario impulsado por Miguel Martín Fernández de la Torre, que fue llevado a cabo dentro de la línea marcada por su hermano el artista polifacético Néstor. La revalorización de lo canario dentro de una influencia barroca se nota en esta construcción, que es del mismo año que la del popular Pueblo Canario de Las Palmas de Gran Canaria.

En la línea con el Roque Nublo se levanta, a 1775 sobre el mar, el Montañón de Ayacata, la cumbre central de la isla de Gran Canaria, origen, según los estudios de Benítez Padilla, de las erupciones que con el tiempo dieron configuración circular a Gran Canaria.

Cuentan las personas más ancianas del lugar que existió un poeta local que quiso contemplar “la hora violeta” al ponerse el sol desde lo más alto de la isla de Gran Canaria, y aquí tuvo que permanecer hasta el amanecer, sin poder descender al valle hasta que fue localizado y rescatado por los vecinos de Tejeda.
TELDE


La carreta que este año representa al municipio de Telde ha sido diseñada por Javier Martel Martel y miembros de la Concejalía de Festejos, y tiene por título “Telde y la industria del tomate”.
La idea de la alegoría surge de la asociación cultural Tyldet y en ella se contempla una escena en la que aparceros y aparceras realizan sus labores. El grupo folclórico que acompaña a la carreta es la ”Agrupación Folclórica Tajea Nuevos Aires”, que interpreta ante la imagen unas “Folías de Gran Canaria”

Reseña histórica del municipio:
La ciudad de Telde es el centro neurálgico de un amplio municipio de 102 km2, del Este de Gran Canaria. Con más de 100.000 habitantes, lo que le confiere el rango de Gran Ciudad de nuestra Comunidad. Asimismo, es la 2ª urbe más habitada de la Provincia de Las Palmas y la 4ª del Archipiélago.
Su origen es prehispánico, siendo capital del Guanartemato de su mismo nombre, que ocupaba las extensas tierras de costa, medianía y cumbres del Este-Sur de la Isla. Entre sus poblaciones sobresalian Tara, Cendro y tal vez el propio Telde.

El 7 de noviembre de 1351, el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, Clemente VI, da en Aviñón, Francia, redacta una bula por la que se creaba el Principado de La Fortuna. Fecha tomada como generadora de la fundación de Telde y de su Obispado. Tras concluir la Conquista llega a la Vega Grande, la Real Hermandad de Caballeros de Andalucía, y a uno de sus capitanes, Cristóbal García del Castillo, se le considera hoy como fundador del sitio y de su iglesia matriz de San Juan Bautista.

Desde el siglo XVI en que comenzó su desarrollo económico con la plantación de caña de azúcar y la posterior exportación del fruto de la misma, Telde ha permanecido en la vanguardia de los movimientos económicos, políticos, sociales y culturales de las Islas. Siendo abanderada del progresismo intelectual con figuras tan destacadas como: Inés de Chemida (fundadora del Hospital de San Pedro Mártir de Verona), Tomás Arias de Marín y Cubas (Historiador), Gregorio Chil y Naranjo (Médico y Antropólogo, creador de la Sociedad Científica El Museo Canario), Fernando de León y Castillo, Julián y Saulo Torón, Hilda Zudán, Montiano Placeres, Luis Báez Mayor, Fernando González Rodríguez, Patricio Pérez Moreno (poetas y miembros de la Escuela Lírica de Telde) Isabel Macario Brito (Soprano) y más recientemente Juan José Falcón Sanabria (Compositor), José Macías Santana (Diputado, Senador del Reino e Hijo Predilecto de la ciudad), Francisco Mateo Gil (cineasta), etc.

Posee Telde más de 100 yacimientos arqueológicos, destacando el Santuario de Cuatro Puertas, así como el poblado costero de Tufia. Asimismo, la ciudad conserva uno de los Conjuntos Histórico-Artísticos Nacionales más interesantes para entender la evolución urbana y arquitectónica de las ciudades canarias, nos referimos a los distritos fundacionales de San Juan y San Francisco. En ellos se encuentran la Basílica Menor de San Juan Bautista, bellísimo templo de trazas mudéjares, comenzado en gótico-renacimiento y con importantes aportaciones del barroco, neoclásico y neogótico. Relicario de notabilísimas obras de arte, destacamos el Retablo Gótico Flamenco y el Tríptico de Pincel de García del Castillo. Al ser Santuario del Santo Cristo de Telde, esta iglesia es la más visitada de la ciudad. A un tiro de piedra de ella se encuentra la Casa Condal o Palacio de los Ruiz de Vergara, futuro Museo de Historia de Gran Canaria. Otra institución museística es la Casa-Museo León y Castillo, dedicada al ingeniero Juan de León y Castillo y a su hermano Fernando. Dentro del conjunto monumental encontramos la iglesia hospitalaria de San Pedro Mártir de Verona y la iglesia conventual de San Francisco de Asís, también denominada de Santa María de La Antigua. Su rica Vega, regada por aguas del Heredamiento de Aguas de la Vega Mayor y sus tierras de medianías por el Heredamiento del Valle de los Nueve, han hecho de Telde “un derroche de permanente primavera”, como ha quedado plasmada en obras literarias, canarias, peninsulares y europeas. Hoy Telde es una ciudad dinámica, agrícola, comercial e industrial. En su territorio municipal se desarrolla gran parte del Aeropuerto Internacional de Gando. Posee el municipio dos puertos, uno pesquero y de recreo en Taliarte-Melenara, y otro industrial en Las Salinetas-Silva. Telde ha sido y seguirá siendo el Paisaje de la Historia.

ARTENARA


La carreta de Artenara se titulada “Comedor canario”. La carreta lleva productos de la tierra como papas, cebollas y otros no perecederos como gofio, arroz, azúcar, etcétera. El grupo folclórico que acompaña a la carreta de Artenara es la “Parranda del Cafetín”.

Reseña histórica del municipio:
El municipio de Artenara, tal como advierte Ervigio Díaz Marrero, es el punto más alto al que un hombre en esta isla puede llegar. Ganar con la vista la dimensión del paisaje desde la altitud de Artenara es como si de pronto nos hubiesen arrebatado la tierra de los pies y a cambio nos hubiesen otorgado un bien inmediato del que sólo parece que gozan los inmortales: la contemplación silenciosa y pura de los horizontes y perfiles de la isla sin límites.

Según la crónica de Bernáldez, Cura de los Palacios, coetáneo de la Conquista, existía en la isla una serie de poblados y aldeas aborígenes entre los que menciona a Artenara. Poco más tarde, Viera y Clavijo, nos la describe así: “De Tejeda hasta aquí es el camino peligroso por una ladera llena de fugas y grandes precipicios. La planta del lugar es rarísima. En medio de una gran montaña se alcanza a ver unos agujeros a manera de nidos de aves. Estos vienen a ser un gran número de cuevas en fila, unas cóncavas como bóvedas, tras de cielo raso, algunas con su alcoba para una cama, y algunas de alto y bajo, pero todas en peña sin más luz que la de la puerta, frescas en verano, abrigadas en invierno, dentro de las cuales no se oyen vientos ni lluvias. Son por la mayor parte obra de los canarios antiguos...”

Durante el período de la Conquista, y debido al afán evangelizador por el cual se les ponían nombres del santoral a los diferentes pueblos de la isla, el lugar recibió el de San Matías de Artenara, que más tarde denominaría sólo al curato existente, conservando el pueblo el nombre aborigen.

A juicio de Ervigio Díaz Marrero, la ermita donde se venera a la Virgen de la Cuevita tiene una antigüedad de casi seiscientos años y sería probablemente obra de aquellos frailes mallorquines que abandonados por la tripulación de las naves del Príncipe de la Fortuna, en el siglo XIV, vivieron un tiempo en libertad con los canarios e hicieron distintas ermitas en cuevas.


INGENIO


Los trabajadores municipales de Festejos y Vías y Obras del ayuntamiento de la Villa de Ingenio son los autores de la carreta que este municipio acerca hasta Teror. Titulada “Ingenio 1816-2016, Bicentenario de la jurisdicción de Ingenio”, la carreta representa un calado tradicional del caracol que utiliza la espiral como símbolo de evolución y trabajo artesanal, elementos que caracteriza al municipio de Ingenio, que celebra en esta edición el bicentenario de su jurisdicción. Se ofrenda a la Virgen productos de los campos de Ingenio.
El grupo folclórico que acompaña a la carreta es la Agrupación Folclórica “Las Majoreras”, que interpretan ante la imagen unas “Seguidillas de Gran Canaria”.

Reseña histórica del municipio:
Situado en el S.E. de la Isla de Gran Canaria. Tiene forma de triangulo isósceles, siendo uno de los lados mayores el barranco del Draguillo que constituye su límite con Telde; el otro, el barranco de Guayadeque que lo separa de Agüimes; en su vértice, la Caldera de los Marteles; el lado menor lo separa del Océano.
Situado en una amplia pendiente que va desde el nivel del mar hasta los 1.700 metros de altitud, presenta la más variada orografía, con amplias llanuras en la costa y terreno agreste en medianías y cumbres, surcado por numerosos barranquillos.

Geológicamente está compuesto por una plataforma de coladas lávicas, emitidas desde los conjuntos volcánicos, sobre las que se desarrollan acumulaciones de sedimentos aportados por el barranco del Draguillo- Guayadeque. Destaca el cono volcánico de La Caldereta.
Su clima se puede definir como árido mesotérmico, con escasas precipitaciones, con una temperatura anual de de 20º C., caracterizado principalmente por vientos frecuentes de intensidad media, por su exposición al NE.

La vegetación presenta una amplia variedad de plantas autóctonas: la zona costera con plantas halófilas; la basal, en la que destacan tabaibas y veroles; en sus cumbres, escobones y retamas e incluso pequeñas comunidades de pino canario, y sobre todo el bosque termófilo del Draguillo y Guayadeque, donde existen endemismos únicos en el mundo. Su fauna también es muy variada predominando los pájaros /terrera marismeña, pisbita caminero, curruca capirotada y tomillera, mosquitero, herrerillo, camachuelo trompetero, jilgueros, canarios...) y rapaces (aguilillas y cernícalos)

Posee importantes yacimientos arqueológicos en Guayadeque, Draguillo, Burrero y Tabuco. Históricamente Ingenio se empezó a formar a finales del siglo XV en la Vega de Aguatona (zona media), Vega Castaña (zona alta), Carrizal y Costa de Gando (zona baja), favorecidos por el aporte de las aguas de Guayadeque que regaban amplios cultivos de viñas y sobre todo caña de azúcar cuyo producto dio origen a la construcción de un Ingenio azucarero donde se transformaba y que estuvo en producción hasta finales del siglo XVI.

En los alrededores a esta industria se va formando el primitivo núcleo poblacional del casco, mientras que El Carrizal se desarrolla en torno a la casa y Huerta que el Obispo Muros construye a principios del siglo XVI. En la Vega de Aguatona se construye una ermita por iniciativa de los hermanos Fullana en la mitad del siglo XVI, bajo la advocación de Nuestra Señora de Candelaria, convirtiéndose en Parroquia en 1815. En Carrizal, la ermita data del año 1657, alcanzando el grado de Parroquia en 1907, siendo su Patrona Nuestra Señora del Buen Suceso. Con el paso del tiempo la denominación de Vega de Aguatona fue desapareciendo paulatinamente y ya a partir del siglo XVII se la conoce con el nombre de “El Ingenio”, perdiendo oficialmente el artículo en la década de 1940.

Administrativamente, desde el año 1486 el territorio formó parte del “Señorío Eclesiástico de Agüimes”, si bien durante los siglos XVI, XVII y XVIII fue una zona en litigio entre el Cabildo y la Iglesia al no quedar claros los linderos que se establecieron en su día. Durante estos siglos, y a medias que se fueron conformando los municipios como entidades políticas y administrativas, esta zona se hallaba bajo el mando de dos Alcaldes: Real (representaba al Estado) y Ordinario (representaba a la Iglesia). En el año 1816, Ingenio se segrega de Agüimes constituyéndose como municipio independiente.
Autor: Rafael Sánchez Valerón. Cronista Oficial de la Villa de Ingenio.


MOYA


La carreta que este año representa al municipio de Moya está diseñada por Fernando Benítez, y se denomina “Orgullo moyense”. Respetando los cánones recomendados por el Cabildo de Gran Canaria, intenta conseguir una imagen típica y entrañable acorde con la idiosincrasia de la fiesta del Pino y que a su vez, represente los valores y la personalidad de la Villa de Moya, considerada desde siempre como “La Villa Verde de Gran Canaria”.
Esta carreta típica porta frutas, hortalizas, flores y otros productos propios del municipio de Moya, como sus tradicionales bizcochos y suspiros dulces.
Acompaña a la representación de Moya la Agrupación Folclórica “Jardín de Corvo”, que interpreta el tema popular “Por las calles de Teror”.

Reseña histórica del municipio:
La norteña Villa de Moya se encuentra localizada entre las profundas hondonadas de los barrancos de Azuaje y de Moya, coronándola en su parte sur el Montañón Negro y los Pinos de Gáldar.
Durante el período de la Conquista española el intrépido guerrero Doramas, insurrecto a la ley del Guanarteme y esclavo de amor a Abenahoara, se refugió con sus levantados fieles en la frondosidad de la selva de laurisilva a la que Doramas dio su nombre.

La Villa Verde, como también se conoce a la ciudad natal del autor de “Las Rosas de Hércules”, el poeta Tomás Morales, ha basado su economía en la agricultura típica de medianías como la caña de azúcar, plátanos, maíz y papas.

Su patrimonio histórico-artístico se encuentra localizado principalmente en el seno de su iglesia matriz, bendecida en octubre de 1.957, en donde se conservan imágenes como la de Nuestra Señora de Candelaria. La citada imagen sagrada, que pertenece a los siglos XV o XVI, fue confeccionada totalmente en madera. En el templo de Moya también se conserva una imagen de San Judas Tadeo, atribuida al imaginero Luján Pérez, así como una talla de la Virgen María con el Niño que impresiona particularmente por la belleza de sus líneas faciales.

Asimismo, Moya preserva la memoria del insigne poeta Tomás Morales en su Casa-Museo de este escritor legítimo representante del modernismo español, nacido en esta ciudad en 1.884 y fallecido en Las Palmas de Gran Canaria en 1921.
ARUCAS

Jorge Rodríguez Santana es el autor de la “Carreta tradicional” que este año representa al municipio de Arucas y lleva elementos florales y está cargada, principalmente, de productos agrícolas y otros de carácter industrial que se elaboran en Arucas por empresas como La Isleña, Destilerías Arehucas o Bandama.
El grupo folclórico que acompaña a la carreta es la “Agrupación Folclórica Manantial”, que interpretará la polca “Fulgida luna”.
Reseña histórica del municipio:
La Arucas prehispánica, destruida en la primera incursión que realizara el conquistador Juan Rejón al norte de Gran Canaria, dio paso una vez dominada la isla a la fundación en 1505 de la Arucas hispánica por Tomás Rodríguez de Palenzuela, beneficiario en el reparto de tierras y aguas efectuado en las postrimerías de la conquista.

Erigido como municipio en 1813 con Alcalde y Corporación municipal propios, Arucas obtiene el título de “Villa” en 1847, concediéndosele el título de “Ciudad” 47 años después.
El monocultivo de la platanera como principal soporte de explotación agrícola, que en su día sustituyera a las plantaciones de la caña de azúcar, nopales (para el aprovechamiento de la cochinilla) y otros cultivos ordinarios, no ha impedido que la denominada “Ciudad de las flores” haya diversificado su riqueza económica hacia el sector de actividad comercial fundamentalmente dado su singular carácter cosmopolita y la cercanía a la capital grancanaria.
AGAETE

La carreta que este año representa al municipio de Agaete ha sido diseñada por Aarón Martín García y su título es “Dulce néctar de tradición”. En ella se aprecia la recreación de la elaboración de la miel de flores. El municipio marinero ofrece
El grupo folclórico que acompaña a la carreta es la “Rondalla del Club de Mayores de Agaete”, que interpretará un “Siote palmero”.

Reseña histórica del municipio:
Ubicada en cuadrante noroeste de la isla, Agaete constituye un amplio valle en forma de anfiteatro, enmarcado por grandes macizos rocosos, que se extiende entre las faldas de éstos, en el frondoso Valle de Agaete, hasta el mar en la Playa y Puerto de Las Nieves.

En el reparto de tierras que se realiza tras la Conquista de la isla de Gran Canaria corresponden a Antón Cerezo, comerciante de origen italiano, las tierras del lugar. Cerezo inicia entonces una relación de trato comercial con los genoveses, por lo que según diferentes estudiosos, el nombre de Agaete guardaría cierta similitud con “GAETE”. Otros, en cambio, opinan que su nombre de origen procede de “El Laguete”, a causa de un pequeño lago que en el municipio existiera antiguamente.

En Las Nieves desembarcó Alonso Fernández de Lugo y fundó su fortaleza, erigiendo la ermita conocida por todos los grancanarios. Pese a las transformaciones sufridas por ésta a lo largo de los años, ha conservado el presbiterio y el artesonado tal como eran en la primitiva fundación constituyendo uno de los tesoros artísticos más preciados de la isla de Gran Canaria. El altar mayor sirve de base a la parte central del famoso tríptico de Las Nieves, en la que se representa a la patrona de la Villa, en preciosa tablilla flamenca del siglo XVI, donación de Antón Cerezo, según consta en el testamento del mismo: “. Declaro que yo mandé traer de Flandes un retablo del mejor pincel que se hallare...”.


Si algo destaca en Agaete es la belleza de sus paisajes y sobre todo la gran variedad de contrates: de una parte, el mar que baña la playa y el puerto de Las Nieves con su azul nítido y transparente. De otra parte, alzando la vista, podemos contemplar los agrestes acantilados que ascienden por los costados de la villa hasta alcanzar los 1.500 metros de altitud en el pinar de Tamadaba.