65º
Romería-Ofrenda
a
Ntra. Sra. de El Pino 2016
Orden
de las carretas de la Romería Ofrenda 2016
1.
Teror
2.
Cabildo de Gran Canaria
A.C. La Simiente (Tenerife)
3.
La Aldea de San Nicolás
A.F.
Mafasca (Fuerteventura)
4.
Mogán
5.
Las Palmas de Gran Canaria
A.F.
Joapira (El Hierro)
6.
Valleseco
7.
Telde
Parranda
Los Toledo (La Graciosa)
8.
Firgas
9.
Artenara
A.C.
Altaja (Lanzarote)
10.
Vega de San Mateo
11.
Santa María de Guía
A.F.
Tagonache (La Gomera)
12.
Agüimes
13.
Villa de Moya
A.F.
Aduares (La Palma)
14.
Ingenio
15.
Arucas
16.
Valsequillo
17.
San Bartolomé de Tirajana
18.
Gáldar
19.
Agaete
20.
Tejeda
21.
Santa Lucía
22.
Santa Brígida
Por
quinto año consecutivo, 44 niños presentarán en décimas y por
parejas cada una de las 22 carretas que, representando a cada uno de
los municipios de Gran Canaria y al Cabildo Insular, llegarán a la
Plaza de Teror. Como novedad, las décimas de este año han sido
elaboradas por los verseadores grancanarios Yeray Rodríguez
(Artenara), Expedito Suárez (Tenteniguada, Valsequillo) y José
María Dávila (La Atalaya de Santa Brígida) pero en estrecha
colaboración con los jovencísimos verseadores, puesto que ellos han
propuesto en cada caso qué querrían decir en una ocasión tan
emocionante para ellos, por lo que, de algún modo, también son
autores de los versos. Los participantes han sido seleccionados por
la Asociación de Verseadores Canarios Ochosílabas en estrecha
colaboración con centros educativos y distintos colectivos
vinculados a la tradición. A través de distintas reuniones
celebradas en Las Palmas de Gran Canaria, Ingenio, Gáldar, Agaete y
Mogán, se ha podido coordinar la elaboración de las décimas así
como su memorización y recitado.
RESEÑA
HISTÓRICA
La Festividad de
la Santísima Virgen del Pino, Patrona de Gran Canaria, no sólo se
vive con intensidad en Teror, en todas las carreteras, caminos y
senderos que hasta ella conducen a miles de peregrinos, en la
intimidad de las familias y hogares isleños, sino que allende los
mares entre hijos de esta isla y sus descendientes también se vive
con la misma fuerza, revitalizada por la nostalgia y las emociones;
pues “la devoción a la Santísima Virgen del Pino ha ido
progresivamente extendiéndose, alcanzado una proyección casi
universal…”
“…Es
amabilidad, simpatía hospitalaria, claridad, anchura... Desde el
balcón de su arena; ondas, yodo y sal, nace un camino de plata, que
rielando la luna, en la noche de horas tensas, sobre las aguas, que
arrancando de nuestros pies, se adelanta sobre la quietud de la mar
en calma y que nuestra imaginación hace llegar hasta las islas de
nuestra nostalgia, de nuestro recuerdo ilusionado y amoroso, donde en
estos precisos momentos se estarán iniciando, en un santuario de
arquitectura más que centenaria, en el interior más pudoroso y
recoleto de mi Gran Canaria, en Teror, las fiestas patronales de
Nuestra Señora La Santísima Virgen del Pino. En Teror: que trae con
fuerza irresistible a nuestra mente, dulces evocaciones de una
infancia tranquila y sosegada; de una adolescencia feliz, con
riqueza de lugares, momentos y situaciones, en aquellas romerías,
esperadas cada año con anhelo y disfrutadas con alborozo, al amparo
del balcón de tea o caoba, rebosante de geranios en flor, o a la
sombra amiga, noble y protectora del castaño y del almendro, en los
tilos, por entre cuyas copas ponía el sol manchas de oro sobre la
pureza de nieve de unos manteles de hilo, extendidos para la
bulliciosa y alegre comida en la romería del Pino, nada menos que en
Teror.
********
Según unos
cronistas en el día 8 de Septiembre de 1481 y según otros en el
mismo día del año 1483, a la sombra del bosque de Aterura, un alba
resplandeciente que tamizaba la luz de su aurora por entre frondas de
tilos, barbusanos, brezos y castaños; en el rumor musical del
murmullo de tenues arroyos y dulces cantos del canario, el mirlo y el
capirote, en lo alto de un frondoso pino, sobre una peana de mármol,
entre tres dragos hermosos, entre resplandores de luz, ante la mirada
tímida y expectante de los pastores que cuidaban sus ganados, la
Virgen del Pino apareció en forma milagrosa. Y al pie del Pino
Santo, manó una fuente de agua limpia, clara y cantarina, como
fuente de las gracias de las que es dadora, la Madre del Redentor.
Este es el que
pudiéramos llamar primer encuentro y que da origen a la fervorosa
devoción del pueblo canario hacia la advocación mariana de Nuestra
Señora del Pino y que fue alcanzada en los momentos iniciales de la
evangelización de las islas, …
********
Se acercan las
fechas jubilosas. Las fiestas patronales de la Virgen del Pino de
Teror. Y queremos volver en romería, por los caminos que desde
Gáldar, por el corte de Guía hacia Firgas, nos llevan a las sombras
alegres, de brisa sosegada, de arroyos claros, de jubilosa inquietud,
que la nostalgia no nos permite resistir.
El deseo de
volver, Señora, a tus plantas, es irrefrenable, incontenible.
Queremos volver a Ti, en el alba de un 8 de Septiembre, por los
aminos que forja nuestra ilusión, confundidos entre la multitud
fervorosa e impaciente de romeros y peregrinos. Pero no como hijos
pródigos que abandonaron un día el hogar en busca de emancipación
y placeres; el hogar es amplio y no lo separa el mar ni la distancia,
sino que lo aúna. Queremos volver, para con nuestra presencia
física, recibir el don de tu gracia...”
Extraído del pregón de la Festividad del Pino
pronunciado
en el Hogar Canario de Sevilla el 7 de
septiembre de 1962
por el escritor grancanario José
Rodríguez Batllori
TEROR
La carreta que este año representa al
municipio anfitrión se denomina “Sentir el Pino”, y está
diseñada por la Concejalía de Cultura y Festejos del ayuntamiento
terorense. En esta 65 edición con su diseño se ha deseado plasmar
el sentimiento que representa para todos los grancanarios y
grancanarias esta fiesta grande, que va desde lo religioso a lo
humano. El grupo que acompaña a la carreta de Teror es la
“Agrupación Folclórica Los Guayres” que interpretará
una folía cuyos compases bailarán los miembros del grupo
‘Aterura’.
Reseña histórica del
municipio:
A lo largo de este
siglo, varios han sido los escudos promovidos por las corporaciones
de Teror, adaptados todos ellos para representar al municipio y
reflejar su historia. En el año 1954, Don Néstor Álamo, Cronista
Oficial de la villa, y a solicitud del alcalde de la época, Don José
Hernández Jiménez, presenta un proyecto de escudo y blasón para
uso oficial de la villa, que fue aprobado en sesión extraordinaria
del pleno municipal del 25 de Junio de 1954. El Consejo de Ministros
obvió algunos elementos propuestos originariamente por el artista,
aunque la representación gráfica del proyecto de Don Néstor se
siguió utilizando como escudo oficial.
Así mismo, el
maestro de ceremonias de la Catedral de Canarias, Ignacio Jiménez
Romero, escribió en su crónica “Aparición de Nuestra Señora del
Pino”, aparecida en 1905, “Teror es un valle circunvalado de una
cordillera de montañas y sierras... Por el nordeste, por donde está
una entrada de peligrosos desfiladeros, penetró el ejército español
conquistador. Pero los indígenas, encaramados en las crestas de las
cordilleras, arrojaban enormes piedras sobre los soldados, matando a
muchísimos, Mutilando a los demás y sembrando el espanto y el
terror en todo el ejercito de tal modo, que tuvieron que retirarse,
dejando en aquel sitio el fatídico nombre de Valle del Terror”.
Don Miguel de
Unamuno visitó este singular caserío gran canario en 1910
describiéndolo como un lugar de especial sosiego que le recordó a
alguno de los pueblos del Miño portugués; el castañar de Ossorio
le acercó a la memoria más de un rincón de su nativo País Vasco.
Unamuno escribió: “Era la noche de San Pedro y al volver del
castañar a la villa, brillaban por donde quieran las hogueras en las
sombras de las montañas y se oía el resonar de los caracoles
marinos mezclado al de las ranas; y entramos en aquel Teror de
sosiego, donde tan bien se duerme”.
A juicio de quien
fuera el estimado y recordado Cronista Oficial de Teror, Vicente
Hernández Jiménez, que escribió hace años el libro “La Villa de
Teror”, la población del indicado término municipal se ha
desarrollado básicamente después de la segunda mitad del siglo
XVIII a mediados del XIX. Por su posición geográfica de confluencia
de caminos y por el marcado factor religioso que le confiere ser la
sede de la patrona de la Diócesis de Canarias y de la isla de Gran
Canaria, Teror se convirtió en el centro de las medianías y en
núcleo de las explotaciones agrícolas de autoabastecimiento. Así,
en la plaza del santuario, según Hernández Jiménez, se desarrolló,
juntamente con los llanos de Telde, el primer mercado de la isla de
Gran Canaria, dónde se contrataban los frutos del país, que al irse
mejorando a lo largo del siglo XVIII las condiciones de cultivo,
adquieren un cierto valor. Además se traficaba con otros géneros de
apero para la agricultura, enseres o productos textiles.
Teror es un
valioso exponente de nuestra arquitectura burguesa. Sus edificaciones
se encuentran homogeneizadas por los nobles balcones de tea rematados
con tejas de color terroso que se abren ante la hermosa basílica de
Nuestra Señora del Pino. La primitiva iglesia ya existía en 1515
con una sola nave y espadaña para la campana. A lo largo de los
siglos sufrió diversas reformas hasta que en la segunda mitad del
siglo XVIII se construye la actual basílica, que finalmente conservó
la “Torre amarilla” de principios de esa centuria. En la citada
torre, que según recuerda el Marqués de Lozoya es un reflejo tardío
de la arquitectura Manuelista portuguesa, cuelgan las campanas que,
según la tradición, pendieron del Pino Santo que alcanzaba las
cincuenta varas de alto.
CABILDO
DE GRAN CANARIA
El Cabildo de Gran
Canaria trae este año a la Romería Ofrenda del Pino una carreta
cuyo título alegórico es “Raíces de Gran Canaria”. Diseñada
por Fernando Benítez en un excepcional carro de labor de finales del
siglo XIX, se aprecia sobre el mismo la rica variedad y calidad del
campo de la Isla. Un nutrido grupo de mujeres, hombres y niños
ataviados con vistosos trajes típicos de gran riqueza artesanal,
portan estandartes de frutos y flores, representando a todos y cada
uno de los veintiún municipios de la Isla.
El binomio Cultura
y Agricultura se pone de manifiesto en el diseño de la carreta del
Cabildo, en la que han participado activamente las Consejerías de
Cultura y la de Sector Primario y Soberanía Alimentaria de la
mencionada Corporación. Destacan en la misma desde la fruta y
verdura representativa de cada uno de los municipios de la Isla,
hasta la singular variedad de flores y productos de nuestros fértiles
campos.
También la
carreta ofrece una representación de los productos ganadores de los
distintos concursos de las catas insulares de vinos, quesos y
aceites, amén de mieles, mermeladas y otros productos elaborados,
que de forma innovadora y experimental se vienen desarrollando en la
Granja Agrícola del Cabildo de Gran Canaria.
El grupo que
acompaña a la carreta del Cabildo será “Los Gofiones”
que, como no podía ser menos, interpretará ante la Virgen, la pieza
de Néstor Álamo, “Caminito de Teror”.
Como la describió
quién fue Cronista Oficial Carlos Navarro Ruiz, “…la isla de
Gran Canaria, conocida en la antigüedad por el nombre de Tamarán,
que según (el historiador local) Millares Torres significa país de
valientes, está en el centro del Archipiélago entre los paralelos
29°25’30” y 27°30’ latitud N. 12°2’30” y 7°2’30”
longitud O. del meridiano de San Fernando y 2°20’ de longitud
oriental del Meridiano del Hierro, es de forma redonda, de suelo
feraz y accidentado, vientos húmedos y bonacibles, sus campos se
nutren de rocíos serenos, con una extensión en su totalidad de
3.839 kilómetros cuadrados…”
Enclavada en el
noreste de la isla se encuentra su capital, Las Palmas de Gran
Canaria, que ocupa una extensa franja costera que va desde la Bahía
de las Isletas, formada por las antiguas isletas y el istmo de playas
que las unían a la Isla, hasta los distritos más al sur del
primitivo núcleo fundacional, constituido por los barrios de Vegueta
y Triana, adentrándose en la actualidad hacia el interior de la isla
por zonas situadas en la planicies que se extienden tras las altas
montañas que circundan la zona de costa, donde se ha ido levantando
la moderna ciudad que ya sobrepasa, entre población de derecho y de
hecho, el medio millón de habitantes.
La ciudad es la
capital de Gran Canaria y comparte la capitalidad de la Comunidad
Autónoma con Santa Cruz de Tenerife, según lo dispuesto en el
Estatuto de Autonomía de 1983. Su principal actividad radica en el
sector servicios, sin olvidar la importancia vital del enorme Puerto
de La Luz, crucial para el tráfico de mercancías y pasajeros en el
Atlántico, así como de un sector industrial que cobra cada día
mayor auge, en especial tras el establecimiento de la Zona Especial
de Comercio.
Gran Canaria y la
zona de su capital, pese a la ausencia de una documentación amplia,
se conoce por estudios arqueológicos y gracias a determinadas
fuentes clásica, fue un ámbito conocido y muy transitado desde
épocas que se pierden en la noche de los tiempos, sirviendo de base
a las navegaciones de pueblos como cartagineses, fenicios y romanos,
sin descartarse la presencia de naves del norte de Europa.
Después de una
primera colonización y poblamiento del archipiélago en la Edad
Media, tras la llegada a Lanzarote del normando Juan de Bethencourt,
que conquistó las islas de Lanzarote, Fuerteventura, Gomera y
Hierro, donde estableció un señorío que iría pasando a diversas
casas nobiliarias, llegado el año de 1478, y dadas las apetencias
manifiestas de la corona de Portugal por asentarse en las islas aún
no conquistadas, Gran Canaria, Tenerife y La Palma, con cuyos
naturales mantenían buenas relaciones, los Reyes Católicos deciden
iniciar la conquista de las mismas, comenzando por Gran Canaria.
Para ello el 20 de
mayo de 1478 se pregona en el Puerto de Santa María la formación de
una escuadra para la conquista de Gran Canaria, ofreciéndose grandes
repartimientos de tierra y agua a quienes se alisten y pueblen dicha
Isla. Días después partiría la expedición que, tras un largo
periplo y diversos avatares, recala en la bahía de las Isletas.
Desembarcada la expedición, su capitán Juan Rejón, considerado
fundador de esta ciudad, decide aquel 24 de junio de 1478 levantar,
junto a un riachuelo de aguas continuas y limpias, llamado Guiniguada
por los aborígenes, un campamento permanente y bien fortificado en
lo alto de una pequeña colina, que se llamó desde ese día el Real
de Las Palmas, origen del que luego fuera barrio de Vegueta.
El primer gran
evento que marca la vida de Gran Canaria, tras finalizar su
conquista, que culminó Pedro de Vera el 29 de abril de 1483, será
el paso de Cristóbal Colón en su primer viaje a América. Desde ese
momento Gran Canaria — Isla Colombina por derecho e historia
propia—, y con ella el Archipiélago de la que era entonces su
cabeza visible, quedó incorporada no sólo a la gesta del Nuevo
Mundo, sino a todo un proceso de comunicación y de encuentro que
llevó a un escritor tan ilustre como el venezolano Uslar Pietri a
decir que «Canarias ha sido la puerta de América, pero para
Venezuela ha sido puente, lugar de encuentro en la cultura americana
y la europea».
Otro evento a
reseñar sería, a partir del año 1500, el comienzo de las obras de
la Catedral de Canarias, en el corazón de Vegueta, frente a su plaza
mayor, considerada no sólo el edificio más importante del
Archipiélago, sino la primera obra más señalada que Castilla
realizó fuera de la Península Ibérica.
A lo largo de los
siglos XVI y XVII se sucedieron las arribadas de diversos grupos
poblacionales, tanto de distintas zonas de la península, como de
Génova, Malta, Portugal, norte de Francia y de los Países Bajos,
sin olvidarnos del asentamiento de contingentes significativos de
judíos y moriscos. Si bien muchos de ellos llegaban con la intención
de continuar para América, la mayoría se asentó vinculándose a
actividades mercantiles, a la introducción de nuevos y rentables
cultivos como la caña de azúcar y la vid, a la par de seguir con el
antiguo comercio de la orchilla.
Los siglos XVI, XVII y XVIII
estuvieron plagados de ataques piráticos a Gran Canaria, lo que
obligó a amurallar su capital para preparar su defensa. La mayoría
se repelieron con mayor o menor éxito, hasta que en junio de 1599 el
holandés Van der Does logró tomar la ciudad durante varios días,
expoliando sus mercancías y su patrimonio artístico e incendiándola
antes de dejarla. Aquel evento marcó definitivamente a la ciudad que
perdió la supremacía económica, política y social que disfrutó
en el Archipiélago hasta ese momento. La memoria de estos
acontecimientos no se olvidó nunca y marcó siempre la vida de sus
vecinos.
Gran Canaria y su capital recuperaron
mucho de su impulso económico, cultural y social en los últimos
años del siglo XVIII con la llegada de hombres e ideas de la
Ilustración. Se crearon hospitales, instituciones como la Real
Sociedad Económica de Amigos del País y el Seminario Conciliar,
primer centro de estudios universitarios que tuvo el Archipiélago, y
se reactivaron el comercio, la agricultura, la pesca y determinadas
labores artesanas.
Sin embargo, la verdadera
modernización de Gran Canaria no comenzaría hasta los años
centrales del siglo XIX, cuando una generación despierta e inquieta,
muchos de cuyos miembros se formaron en universidades como las de
Cádiz, Granada, Madrid, Londres, Montpelier y París, aprovechando
el momento de esplendor económico que vivía la Isla con la
exportación de la cochinilla y con el establecimiento de los Puertos
Francos, por el gobierno de Bravo Murillo en 1852, impulsaron su
progreso, cuyo gran símbolo la construcción de un nuevo y moderno
puerto, inaugurado en el tránsito del siglo XIX al XX, que cambió
radicalmente tanto la economía, como los usos y costumbres de la
población.
El siglo XX, tras el momento de
esplendor inicial que se disfrutó con el desarrollo portuario y la
presencia de un primer turismo, se caracterizó por el decaimiento
que sufrió a consecuencia de las dos guerras mundiales y la guerra
civil española, que paralizaron casi completamente su actividad
comercial y las exportaciones agrícolas. Ya en los años sesenta la
recuperación gradual del turismo, y luego de otros sectores
vinculados a la actividad mercantil y portuaria, permitieron la
reactivación de la vida económica de Gran Canaria.
LA
ALDEA DE SAN NICOLÁS
La carreta que
este año representa al municipio de La Aldea de San Nicolás en
Teror ha sido diseñada por los miembros del Proyecto de Desarrollo
Comunitario del municipio y se denomina “La arrancada del trigo
en La Aldea”. El trigo y los productos de la tierra
componen la alegoría de este municipio agrícola y marinero lleno de
historia. Los productos que se ofrendan son, en su mayoría,
recolectados y donados por los agricultores aldeanos.
El grupo folclórico y el cuerpo de
baile que acompaña a la carreta pertenece igualmente al Proyecto de
Desarrollo Comunitario de La Aldea.
Reseña histórica del
municipio:
La historia del
municipio de San Nicolás de Tolentino se remonta al siglo XIV,
cuando una expedición de navegantes mallorquines construye en una
cueva de Bocabarranco la que fuera la primera ermita del lugar.
Cerrada en 1582 por desacato y ofensa de marinos de religión
luterana, se levantaría en el siglo XVII un pequeño templo en el
mismo lugar en el que se alza hoy la actual parroquia matriz.
La incomunicación
por tierra con los restantes núcleos poblacionales de la isla de
Gran Canaria, obligó a los aldeanos a la construcción de un pequeño
puerto costero de donde salían tanto los productos agrícolas de
subsisten cia que se cultivaban en el fértil valle como los propios
habitantes del lugar con el auxilio de barcos veleros y a vapor.
En plena Guerra de
Independencia se registró en La Aldea de San Nicolás un conato de
sublevación popular con el que los habitantes del valle pretendían
apoderarse de las tierras que allí poseía el marqués de Villanueva
del Prado.
Al denominado
Pleito Social Agrario pone fin la visita que gira el Ministro de
Gracia y Justicia, Galo Ponte, al lejano municipio.
MOGÁN
La carreta que este año representa al
municipio de Mogán ha sido diseñada
por Emilio García Sánchez, mientras
que el popular barquillo que siempre acompaña a la misma, por
Sebastián Llovet. Su titulo es “Carreta con frutos de Mogán y
barquillo con marineros y pescado”. La ofrenda consta de frutos
del municipio, destacando los tropicales que tan característicos son
de la zona, como mangos, aguacates y papayas, entre otros, que han
sido cedidos por los agricultores del municipio.
El barquillo, en el que se aprecian
marineros asando pescado, porta, como siempre, su espectacular pez
espada–picúo, además de bonito, sama, morena.
El grupo folclórico que acompaña a la
carreta es la ”Agrupación Folclórica Los Pescadores de
Arguineguín” que interpretarán unos “Aires de Lima de El
Palmar de Teror” .
Reseña histórica del municipio:
El municipio de
Mogán es un amplio valle que se extiende desde el barranco llamado
del Mulato y busca la salida hasta la rivera marina por una dilatada
vega de delicioso clima subtropical, donde se producen diferentes
frutos del trópico desde el aguacate y el mango hasta el mamey de
enrojecida pulpa y el papayo carnoso.
Mogán, que en su
historia prehispánica pasó a denominarse Moka o Mogador, estuvo muy
poblada por los aborígenes canarios como lo demuestra la profusión
de restos arqueológicos localizados fundamentalmente en Tauro Alto.
En tiempos del Rey Carlos IV y a consecuencia del proceso de
despoblamiento que venía sufriendo el Valle se aplican al citado
territorio fueros y disposiciones especiales por los cuales se
repartían tierras, se ofrecían ayudas de capitales, simientes,
aperos y animales a futuros pobladores.
En el pueblo de
Mogán se localiza su iglesia matriz, edificio que data de 1814, y
que se levantó con dinero que desde la isla de Cuba envió el
matrimonio conocido por los Sres. Sarmiento y Coto. Dentro de la
citada iglesia llama de manera especial la atención el artesanado
que recuerda al de la iglesia de San Juan de Telde, así como dos
imágenes de San Antonio de Padua, patrón del municipio y una imagen
de la Inmaculada de inconfundible factura granadina.
Mogán se
encuentra situado a 250 metros de altitud, comunicado por la
carretera que sigue la cuenca del barranco de su mismo nombre, en
cuya desembocadura se localiza la Playa de Mogán, importante puerto
pesquero. En el extremo más occidental de la comarca se sitúan los
caseríos de Veneguera, Tasarte y Tasartico.
CANDELARIA
Reseña histórica del municipio:
Teror se encuentra hermanado con el
municipio de Candelaria, por lo que anualmente una representación
folklórica del municipio, visita Teror, para acompañar a la Patrona
de la Diócesis de Canarias, la Virgen de Ntra. Sra. del Pino.
Situado en la zona meridional de la
isla de Tenerife, una parte de Candelaria está en el Valle de Güímar
y la otra entre La ladera de Las Tablas y Barranco Hondo. Candelaria
presenta una gran diversidad de espacios Como consecuencia de una
variedad topográfica muy acentuada,
Sus principales elevaciones son El
Chiringel, El Gaitero, Montaña Amarilla o del Cuchillo y Montaña
Colorada.
Entre sus barrios, destacar el Barranco
Hondo, de La Tapia, del Rincón, de Las Goteras, del Chirigel, Araca,
Chacorche, de la Fuente, y de Leres
LAS
PALMAS DE GRAN CANARIA
El municipio de Las Palmas de Gran
Canaria en esta 64 edición de la Romería Ofrenda está representado
por una carreta cuyo título es “Fiesta Canaria”,
que ha sido diseñada por Sergio Hernández Lope y Eduardo Rivero
Hernández, en homenaje a Néstor Martín-Fernández de la Torre en
Conmemoración del 60 Aniversario de la inauguración del Museo
Néstor acaecida en 1956. Se trata de una representación
tridimensional de la obra en la que Néstor pinta el luneto ‘Fiesta
Canaria’ en 1937 con objeto de incluirlo en la decoración de la
residencia de Mr. Pilcher, desgraciadamente destruida. El escudo
también fue realizado por Néstor entre los años 1925-1928 por
encargo del Ayuntamiento capitalino, destinado al Teatro Pérez
Galdós.
El grupo que acompaña a la carreta
capitalina es la “Agrupación Folclórica Susurros Isleños”,
que interpretará ante la imagen una “Saltonas de Gran
Canaria”.
Reseña histórica del municipio:
Las Palmas de Gran Canaria, capital de
la isla, nació para la historia el 24 de junio de 1478, en la noche,
que dicen, más mágica del año, coincidiendo con la llegada del
verano. Desde entonces han transcurrido 525 años, algo más de cinco
siglos que han dado a la ciudad el carácter moderno, cosmopolita y
abierto.
La historia nos
habla de 5 siglos sorteando invasores y piratas, acogiendo el
comercio transcontinental, estableciendo lazos con países de las más
diversas latitudes del planeta y conformando una economía dinámica
que la han convertido en el núcleo urbano más importante del
archipiélago.
La ciudad tiene su
origen en el barrio de Vegueta, fue allí donde el capitán
castellano, Juan Rejón, instaló el campamento militar con el que
más tarde iniciaría la conquista de la isla. En el margen derecho
del Guiniguada nació Las Palmas de Gran Canaria, en torno a la
ermita de San Antonio Abad se empezó a concentrar en años
posteriores el poder religioso, administrativo y político, del que
hoy queda huella en las Casas Consistoriales, la Catedral, el
Obispado y la Casa Regental, agrupadas en torno a la plaza de Santa
Ana.
Fue en 1483 cuando
la ciudad se extendió al margen izquierdo del barranco, dando lugar
al barrio de Triana donde se construyó el primer puerto, junto a la
ermita de San Telmo.
Durante siglos la
capital grancanaria mantuvo sus límites dentro de dos murallas, una
al norte y otra al sur, Santa Ana y Santa Isabel, para su defensa.
Los ataques piratas se sucedieron hasta el siglo XVIII, dejando la
huella nombres como el holandés Van der Does, Hawkins y Drake.
A mediados del siglo XIX la ciudad
creció en dirección a la bahía de La Isleta, al tiempo que se
construía el Puerto de La Luz y Las Palmas, que propició su
modernización. Entre Vegueta y el Puerto, empezaron a extenderse
barrios a lo largo de la costa y en los riscos.
El trazado urbano
de Las Palmas de Gran Canaria se extiende mirando al mar. En el
norte, el istmo de La Isleta forma dos playas: Las Alcaravaneras y
Las Canteras; al sur, son las playas de San Cristóbal y La Laja las
que miran al horizonte.
El siglo XX, a
partir de la segunda mitad, convirtió a la ciudad en la cuna de la
industria turística de las Islas Canarias. El turismo extranjero
empezó a llegar y la sociedad dio otro vuelco. La actividad del
Puerto de La Luz, convertido en una base portuaria prioritaria a
nivel internacional provocó nuevas transformaciones. Las Palmas de
Gran Canaria pasó a ser el centro económico y comercial de las
islas. Una ciudad que no ha parado de crecer en población,
modernización y en influencia social.
SANTA
LUCÍA
La carreta que este año representa al
municipio de Santa Lucía ha sido diseñada por el Taller de
Animación del Ayuntamiento y su título es “Costureras de
almazuela”.
La misma pretende mostrar el trabajo de
las costureras que con retales y trozos de ropa en desuso, unían
fragmentos de telas y elaboraban colchas y manteles formando figuras,
dando lugar a vistosas piezas hechas a mano. Esta técnica se
desarrolló en Santa Lucía durante la época de las posguerra y
fundamentalmente más que un entretenimiento, constituía una
necesidad ya que no se poseía de materia prima para elaborar ropas
de abrigo con las atajar el frío del invierno. Productos de la
tierra como tomates, pimientos, calabazas, plátanos, pepinos,
naranjas o papayas, se entremezclan con el gofio o la sal de las
Salinas de Tenefé.
El grupo que acompaña a la carreta es
la “Parranda de Santa Lucía”, que interpretará ante la
imagen la “Isa de Candidito”.
Reseña histórica del municipio:
El municipio de
Santa Lucía, se encuentra situado en la zona sur oriental de Gran
Canaria a 600 metros sobre el nivel del mar. Parte de una forma
radial desde el centro de la isla en una estrecha franja hasta la
costa, entre los municipios de la Villa de Agüimes y San Bartolomé
de Tirajana situada a 51 Km. de la capital.
Históricamente el
municipio de Santa Lucía tiene una significación especial. Fue en
el Roque que hoy llaman la Fortaleza de Ansite, donde Bentejuí
selanza por aquellos espantosos impresionantes desfiladeros al grito
patriótico de ¡Atis Tirma!
El municipio
cuenta con abundantes recuerdos de la época precolonial y en la
actualidad existen dos núcleos de población diferenciados: Santa
Lucía, en el interior de la isla, y la zona de costa del municipio
donde se unen los núcleos que agrupan la mayor parte de la
población. Su fiesta principal se celebra el 13 de diciembre en
honor a Santa Lucía, Patrona del municipio, declarada de interés
turístico, donde se incluye la Romería en homenaje a los
Labradores, que se desarrolla siempre el siguiente domingo después
de Santa Lucía.
Cuatro elementos
definen la economía del municipio: un intenso desarrollo comercial
favorecido por el crecimiento de la población que a ronda los 53 mil
habitantes, ha hecho de Santa Lucía uno de los referentes
comerciales más importantes de la isla. Una agricultura moderna, el
desarrollo industrial, turismo rural y el windsurfing, además de un
importante sector de servicios, conforman en la actualidad un
municipio prospero.
VALLESECO
La carreta que este año representa al
municipio de Valleseco lleva por título “De la tierra a la
mesa”, y ha sido diseñada por la Concejalía de Festejos del
Ayuntamiento de Valleseco.
En ella se aprecia numerosas cestas en
las que observa un surtido de productos del municipio, como papas,
piñas, tunos, coliflor, limones, ciruelas y calabazas, entre otros.
El grupo folclórico que acompaña a la
carreta es la “Agrupación Folclórica Abenechara”, que
interpreta el tema “Mazurca de Guía”.
Reseña histórica del municipio:
Valleseco es el
municipio más joven de Gran Canaria nacido al amparo de la
constitución de Cádiz de 1812 conocida popularmente como “La
Pepa” por haberse promulgado el día de San José de ese año,
oportunidad que aprovechan los vecinos de Valleseco para segregarse
de Teror y crear su propio municipio.
Ya desde 1746
contaba con ermita a donde fue llevado su patrono San Vicente Ferrer
desde Teror donde los vecinos de Valleseco se encargaban de darle
culto.
El municipio ha
adoptado el lema “VALLESECO, NATURALEZA VERDE”, en aparente
contradicción con su nombre, dado el esplendor de su vegetación
favorecida todo el año por la condensación de nubes que produce
sobre su territorio los vientos alisios lo que hace que disponga de
lugares tan hermosos como el Barranco de la Virgen cuya denominación
viene dada por la Data de las tierras que hiciera Carlos III en 1767
para el sostenimiento del culto a la Virgen del Pino.
En dicho barranco
se encuentra la zona conocida como Barranco oscuro, reserva de
endemismos de flora únicos en el mundo.
SANTA
MARIA DE GUÍA
Santa María de Guía presenta la
carreta “Vamos de Romería”, que ha sido diseñada por
Rafael Fuentes Terán. Como no podía ser de otra forma, no faltan en
ella los adornos florales, una rica variedad de frutas, los
tradicionales dulces de Guía, espléndidos racimos de plátanos y su
sabroso y exquisito queso de flor.
El grupo folclórico que acompaña a la
carreta de Guía es la Agrupación Folclórica “Noroeste
Guiense”, que interpreta “Folías”.
Reseña histórica del municipio:
Acabada la
conquista, en el repartimiento de tierras correspondieron las de Guía
a Sancho de Vargas Machuca, quien en 1491 levantó una ermita a
Nuestra Señora de la Guía, que fue erigida en parroquia en 1533.
Santa María de Guía fue durante muchos años en barrio importante
perteneciente al municipio de Gáldar, hasta que en 1525 el entonces
gobernador Pedro Girón la concede vara de alcalde y justicia con lo
cual quedaba constituido en municipio independiente. Antiguamente
dicho barrio se denominaba las Tres Palmas donde nació el gran
imaginero en 1756 José Luján Pérez, escultor de producción
eminentemente religiosa.
Igualmente puede
contemplarse en Guía la Villa Melpómene, casa donde vivió Camilo
Saint-Saëns y en la que compuso algunas de sus obras musicales.
VALSEQUILLO
Valsequillo, como viene haciendo desde
hace unos años, nos acerca hasta Teror la carreta ganadora en la
pasada edición de la Romería-Ofrenda de San Miguel Arcángel 2015.
En este caso, ha sido elaborada y diseñada por los vecinos del
barrio de Luis Verde, en coordinación con la Concejalía de Festejos
y Actos Populares del Ayuntamiento de Valsequillo, a la que ha dado
por título “El reloj de bolsillo”, pieza imprescindible
en el ajuar del hombre del campo canario. Se trata de un homenaje a
este silencioso objeto que acompañó a tantos vecinos de Valsequillo
en momentos importantes de la vida, como la misa dominical, las
bodas, funerales y bautizos, etc.
¿Quién no recuerda a los rancheros de
Valsequillo midiendo la hora de agua que le llegaba al agricultor con
su reloj de bolsillo?
Se aprecian sobre la carreta productos
naturales que se cultivan en el municipio de Valsequillo, como
calabazas, calabacinos, pimientos, tunos, higos, almendras, fresas,
naranjas, ciruelas, papas, millo, berros, tomates, zanahorias, así
como su queso y su vino.
El folclore que acompaña a la carreta
de Valsequillo lo pone la “Agrupación Lomitos de Correa”.
Reseña histórica del
municipio:
La historia
prehispánica de Valsequillo se encuentra muy ligada a las costumbres
religiosas de los aborígenes canarios, pues en su jurisdicción
existió una almogarén o lugar de oración donde se concentraban los
Faycanes o Guayres de Telde, y se rociaban las harimaguadas con leche
fresca de cabra y miel de abejas, ofreciendo al dios único, Alcorac,
el sacrificio de cada año en lo alto de la sagrada montaña del
Helechal.
En tiempos de la Conquista, tiempos de
los caudillos canarios Tecén y Niguada, quienes dominaban las
márgenes del sagrado recinto, los castellanos plantaron la Cruz de
Cristo, recibiendo desde entonces el lugar las denominaciones del
Lugar de Sepultura y Sepultura del Colmenar.
En 1.670 se construye una ermita en el
lugar, que en 1.800 por el obispo Verdugo queda instituida por
parroquia de San Miguel Arcángel. Valsequillo perteneció al
Ayuntamiento de Telde hasta 1.802, fecha en la que por Real Orden se
le concede una Alcaldía.
GÁLDAR
La carreta que este año representa al
municipio de Gáldar ha sido diseñada por Juan Martín Tacoronte, y
su título es “Los Guayres de Agáldar”. Sobre la carreta
se aprecia fruta y otros productos característicos del municipio
como son los plátanos y las cebollas.
El grupo folclórico que acompaña a la
carreta es “Los Cebolleros” que interpreta “Folías a
Gáldar”.
Reseña histórica del municipio:
En esta ciudad se
preludia la Conquista definitiva de la isla de Gran Canaria.
Prisioneros los más notables guerreros aborígenes como Maninidra,
el Guanarteme de Agaldar, Tenesor Semidán, es trasladado a la
Península ante los Reyes Católicos donde será bautizado y
apadrinado por el propio Don Fernando, recibiendo el nombre de
Fernando Guanarteme.
Como el último
Guanarteme de la isla, Tenesor Semidán, hizo entrega de su persona a
los Reyes Católicos, los castellanos entraron en la ciudad
prehispánica acompañados del que fuera el primer Obispo de Canarias
residente, Fray Juan de Frías, quien en 1481 celebró la Santa Misa
en el propio Palacio de los Guanartemes. En el jardín de dicho
palacio, destruido en el siglo XVIII, se encuentra actualmente el
patio de las Casas Consistoriales de Ayuntamiento del municipio
norteño. Allí, mudo testigo de la historia, resiste un drago
milagrosamente conservado.
En Gáldar abundan
vestigios importantes de la cultura guanche como son la Cueva
Pintada, la cual se ha abierto recientemente al público como Museo,
los yacimientos de los Mugaretes del Clavo, el poblado aborigen del
Agujero y el túmulo real de la Guancha, entre otros.
SANTA
BRÍGIDA
La carreta que este año representa al
municipio de Santa Brígida lleva por título “La cocinilla de
la abuela”. La ofrenda es fruto del trabajo de los
agricultores, vinicultores, panaderos y floristas del municipio, que
voluntariamente han querido colaborar como es tradición en la
carreta satauteña. La agrupación folclórica “Las Goteras”
y un cuerpo de baile de los miembros de la Escuela Municipal de
Folclore de la Villa de Santa Brígida amenizan la descarga de la
carreta con el tema “Fulgida luna”.
Reseña histórica del municipio:
Su nombre
primitivo fue Sataute, pequeño palmeral. El barrio de Satautejo
designa un nombre aborigen diminutivo, castellanizado posteriormente.
Santa Brígida fue
un centro comercial colonial muy importante al que antiguamente se le
llamaba “El Lugar de la Vega”, ya que abarcaba en sus límites
más allá del municipio cumbrero de Tejeda.
Con el paso de los
años, Santa Brígida pasó a denominarse Vega de Abajo, siendo
centro de notable contratación en el comercio de vinos.
En Santa Brígida
se organizaron en 1599 las milicias canarias al mando del teniente
gobernador de Alonso Alvarado, Pamochamoso, contra la gran Armada
Holandesa capitaneada por el general Pieter Van der Does.”
Los holandeses
poseían una armada compuesta por 74 navíos, más de seis mil
hombres armados y 150 lanchas auxiliares de desembarco que
constituían una expedición de castigo contra las dominaciones
españolas en ultramar en el contexto de la sublevación de los
Países Bajos contra la dominación española.
Tras dos días de
heroica resistencia en la que resultó gravemente herido Alonso
Alvarado, los holandeses logran asaltar la ciudad de Las Palmas,
mientras la Vega, quedando entre el invasor y los canarios, como zona
de protección, la maraña del Monte Lentiscal. Van der Does, ya
dueño y señor de Las Palmas, pide la celebración de conversaciones
y son nombrados como emisarios el poeta Bartolomé Cairasco de
Figueroa y el capitán Antonio Lorenzo. Las exigencias del general
holandés no son aceptadas y entonces, como castigo, envía este una
expedición hacia Santa Brígida compuesta de cuatro mil soldados.
La tropa canaria,
que no supera los trescientos hombres, le tiende una emboscada en el
Monte Lentiscal, atemorizando de tal forma a los holandeses que estos
optan por retirarse dejando numerosos muertos y prisioneros en manos
de los canarios.
En memoria de este
acontecimiento histórico, los satauteños celebran todos los años
en agosto la fiesta de La Naval que viene a recordar la victoria
sobre los holandeses en 1599. Asimismo, en el escudo de Santa Brígida
figura un rosario y una cruz con la siguiente leyenda: “Por
España y por la Fe vencimos al holandés”.
Dentro del término
municipal de Santa Brígida se encuentra la Caldera de Bandama,
cráter volcánico de 800 metros de diámetro y 200 de profundidad.
Bandama o Vandama
no es nombre aborigen sino una corrupción de Van Damme, apellido
flamenco de uno de los primero propietarios de la Caldera, rico
hacendado y comerciante en vinos durante el siglo XVII.
En Santa Brígida
también se localiza la ermita de Ntra. Sra. de la Concepción y de
San Francisco de Paula. En la Iglesia matriz se conservan algunos
asientos de partidas de bautismo de aborígenes. En una de las naves
se supone que se encuentra enterrado Alonso Alvarado que vino a morir
a la Vega después de ser herido en el istmo de Guanarteme.
FIRGAS
La carreta que este año representa al
municipio de Firgas tiene por título “El Mercado”. Los
productos ofrendados son frutos y verduras del municipio, así como
flores que realzan el diseño de la carreta.
El grupo “Los Paperos”, con
el Cuerpo de Baile de Miguel Gil, acompaña con su música a
la carreta de Firgas, e interpretará ante la imagen una “Seguidillas
de Gran Canaria”.
Reseña Histórica del municipio:
Firgas es un
topónimo aborigen con prestancia de sobreposición o altura. Sobre
un posible núcleo prehispánico, la Villa creció en torno a un
picacho y escaló la cima del mismo para hacerse atalaya y mirador de
mares y cumbres.
El primer
nombre que en la historia conocemos para este municipio es el de
Afurgad. Como suele repetirse en las islas, tropezamos con un
problema evidente de interpretación. Tenemos la problemática del
puente entre el originario Afurgad y su derivado Firgas, cuestión
que ha llamado la atención del investigador Wöfel. El mundo
prehispánico, Afurgad nos queda como localidad del Guanarteme de
Agáldar, situada en la zona que recibía el nombre de Bosque o Selva
de Doramas.
En 1484 los
conquistadores Tomás de Palenzuela, Martín Andueza y otros,
obtuvieron importantes datas en los compartimientos de tierras u
aguas del lugar. Comienza entonces la explotación agrícola e
industrial de esta marca con la construcción de un ingenio de azúcar
en el lugar donde se fundara la Ermita de Firgas, dedicada a San Juan
de Ortega, en torno a la misma surgiría la actual población. En
1517 se funda y dota una capellanía para tener fijo en dicho lugar a
un sacerdote.
En 1613 se
funda el Convento Dominico de San Juan de Ortega que se cerraría
definitivamente en 1836. En 1845 se inauguró la parroquia de Firgas,
bajo la advocación de San Roque, patrono de la villa por aclamación
popular de este inmemorable tiempo. A mediados del pasado siglo
Firgas es ya municipio.
Firgas cuenta
con un gran número de pozos, galerías y fuentes de agua entre las
que cabe destacar la que envasa sus aguas para ser degustadas en
todas las mesas isleñas. Aparte de los manantiales de agua, la
riqueza del municipio es básicamente agrícola con cultivos de
medianías en los que se cosechan papas y hortalizas.
Las cualidades
curativas de las aguas de Firgas eran bien conocidas desde los
primeros años del siglo XVIII y cuentas las crónicas que enfermos
de Europa e América acudían a sus fuentes y curaban sus males.
Fuente-Santa se la denominó. Posteriormente se construyeron quince
baños. Los lugareños recuerdan que muchas personas se hospedaban en
el balneario construido en 1868 situado en la parte superior de la
vertiente firguense.
SAN
BARTOLOMÉ DE TIRAJANA
La carreta que este año representa al
municipio de San Bartolomé de Tirajana ha sido diseñada por Víctor
Montoro, y su título es “Voces en la mar”.
Se trata de un homenaje a los hombres y
mujeres que, desde tiempos inmemoriales, se dedican a la pesca para
consumo propio, venta o intercambio por frutas o verduras. Sobre la
carreta se aprecia una manifestación de los mejores productos de la
tierra tirajanera.
El grupo folclórico que acompaña a la
carreta es la “Agrupación Folclórica Umiaya”, que
interpretará una “Isa vivita”.
Reseña histórica del municipio:
San Bartolomé de
Tirajana cuenta con la playa de Maspalomas es sin duda la mejor playa
de la isla, con una extensión de 4750 metros, de arena dorada.
En ella se
encuentra el parque natural de las Dunas de Maspalomas que está
constituido por tres ecosistemas: las dunas, la charca y el palmeral.
Por último, nos encontramos con el símbolo por excelencia de
Maspalomas, el Faro. Es una construcción ubicada en el extremo
meridional de Gran Canaria, cuya finalidad era servir de recalada a
todas las líneas de vapores de África, Oceanía y América, además
de los barcos de las pesquerías del banco canario sahariano.
El proyecto de las
obras fue realizado por el teldense Juan de León y Castillo, quién
fundó el muelle de la Luz en Las Palmas de Gran Canaria y hermano
del Marqués del Muni, D. Fernando, Ministro de Ultramar y luego de
la Gobernación, quien tuvo que construir un muelle con una pequeña
rampa para poder descargar los materiales necesarios para la
construcción, dado que hace un siglo este lugar era un verdadero
desierto casi incomunicado. El resultado es un faro de 65 metros de
alto, el tercero de España en altura. Por este motivo, D. Juan León
y Castillo aconsejó que la casa tuviera dos pisos y que se incluyera
una serie de elementos en la decoración exterior, como es el
conjunto de ventanas que embellecen la silueta cilíndrica de
cantería finamente labrada.
La imagen de
Santiago que se conserva en el interior de su iglesia procede de la
ermita de Tunte. Cuando se acordó el traslado de la indicada imagen
a la iglesia parroquial de San Bartolomé, cuenta la tradición que
el Santo pesaba de tal manera a medida que se alejaba de la ermita,
que los hombres que portaban las andas tuvieron que detenerse. La
imagen hubo de ser devuelta a su morada primitiva, para lo que se
tornó gustosamente más ligera. Pese a las protestas del Santo, lo
cierto es que fue trasladado finalmente a San Bartolomé, donde hoy
se rinde culto y se le hace una gran fiesta cada 25 de julio.
AGÜIMES
La carreta que representa al municipio
de Agüimes lleva por título “Homenaje a los canteros y
labrantes de la piedra de Agüimes”, y está diseñada por la
Asociación Cultural Deportiva y Recreativa Ni quito ni pongo de
Agüimes. Esta misma carreta fue la ganadora del primer premio en la
Romería-Ofrenda a Nuestra Señora del Rosario, celebrada en este
municipio el pasado octubre de 2015. Entre los productos que ofrenda
Agüimes no falta su famoso pan, así como productos de la tierra
como pimientos, cebollas, pepinos, calabazas, zanahorias, coles,
habichuelas, papas, sandias, melones y limones, entre otros. La
piedra y el barro constituyen las materias fundamentales en la
construcción de este municipio, que ofrecía a los canteros y
labrantes la posibilidad embellecer paredes, muros, fachadas y
monumentos. Sobre la carreta se observa a Antonio Rodríguez, uno de
los pocos canteros que en la actualidad siguen en activo.
El grupo que acompaña a la carreta es
la Agrupación Folclórica “Argones” de Agüimes que
interpretará una “Polca de Agüimes o también llamada Polca de
la lata”.
Reseña histórica del municipio:
El municipio de
Agüimes se encuentra situado en el sureste de Gran Canaria y se
extiende desde la zona de costa hasta medianías, por encima de los
ochocientos metros de altura, ocupando un total de 76,5 kilómetros
cuadrados. Alberga por ello una gran diversidad paisajística, que va
desde las playas del litoral como Arinaga o Vargas, hasta los
bellísimos pasajes del barranco de Guayadeque y Temisas ambos con
una flora rica en elementos endémicos. La población de hecho
alcanza ya los 30.000 habitantes, repartidos en catorce núcleos de
población.
La Villa de
Agüimes fue cabeza de Señorío perteneciente a la Cámara Episcopal
de Canarias desde 1486, singular otorgamiento concedido por los Reyes
Católicos en tiempos del Obispo Frías, en pago de los dineros que
la Villa había aportado para la conquista. La autoridad episcopal
era tan absoluta dentro del citado feudo, que ni la justicia civil de
Carlos I podía penetrar en los límites de sus tierras en busca de
aquellos que eludían el pago de sus deudas, refugiándose en la
Villa al amparo de la inmunidad.
En el Agüimes
actual el legado de nuestros antepasados convive en armonía con la
modernidad. Su oferta turística está ligada al patrimonio, a la
naturaleza, a la gastronomía tradicional y los productos de la
tierra, a la tradición y a la cultura.
Hoy Agüimes
encierra en cada rincón una antigua historia que contar y un futuro
lleno de buenos augurios. La industria, la agricultura de exportación
y la energía eólica son elementos significativos del Agüimes
moderno.
VEGA
DE SAN MATEO
La Vega de San Mateo acerca hasta Teror
la carreta denominada “Pastoreo en Tinamar”, que ha
diseñado Domingo Santana Guitérrez. En ella se puede ver una
representación de una de las prácticas tradicionales más señeras
de los campos de Gran Canaria, el pastoreo. El pastor, junto a su
fiel compañero, el pero, realiza su merecido descanso en la piedra
que mejor le permita supervisar a todo el rebaño, para seguir por
las cumbres de San Mateo buscando los mejores pastos. Quesos, pan,
papas, gofio y productos de temporada del mercado agrícola de este
municipio acompañan a la representación de San Mateo.
La parranda que acompaña a la carreta
es “Buchito de café”, a quien acompaña el cuerpo de
baile de la Escuela de Amado Rodríguez. El tema que interpretan:
“Folías de La Palma”.
Reseña histórica del municipio:
En el centro de la
isla, a unos 22 kilómetros de distancia de la capital grancanaria,
se encuentra localizada la antigua Tinamar, lugar en donde ya en 1736
existía una ermita en honor del apóstol San Mateo, personaje muy
vinculado con las tareas agrícolas y al que se le ofrecían misas y
novenarios solicitándole que lloviera y combatiera las plagas de
langostas.
La economía de la
Vega de San Mateo se ha venido basando exclusivamente en la
explotación agrícola y ganadera, siendo esta última la que más
fama ha otorgado a la Vega. Dominicalmente se celebra en el mercado
de ganado del citado municipio una importante feria.
También se halla
en San Mateo un mercadillo de agricultores muy popular en Gran
Canaria, donde se venden directamente a los consumidores los
productos cultivados en sus propias tierras.
Cuenta la Vega de
San Mateo con un valioso museo etnológico que recoge diversos
aspectos de la vida campesina de Gran Canaria: El Centro Histórico
La Cantonera, en la que se exhibe una amplia colección de
utensilios, enseres y otros objetos populares.
La Lechuza, la
Lechucilla, Cueva Grande, Utiaca, Aríñez, la Yedra, la Bodeguilla y
Camaretas, complementan la belleza de este rincón de Gran Canaria
donde se mantiene el encanto de la fértil y vieja Tinamar.
TEJEDA
Diseñada por Sindia García Medina, la
carreta del municipio de Tejeda tiene por título “Tejeda
siempre en flor”.
Tejeda trae a la Virgen del Pino una
representación de uno de los árboles más característicos de su
territorio, el almendro, alrededor del que se desarrollan las tareas
de la recogida y la partida de su fruto, la almendra. En la carreta
se apercian productos que se recolectan en este pago de la cumbre de
Gran Canaria a lo largo del año, porque muchos, variados y buenos
son los frutos y las hortalizas que se recogen en sus tierras. Vemos
desde sus apreciadas papas y frutas a, por supuesto, su repostería
típica y tradicional de la zona elaborada con la almendra.
El grupo que acompaña a la carreta es
“Amigos de Tejeda”, que interpretará ante la imagen el
tema “De Tejeda a Teror”.
Reseña histórica del municipio:
Tejeda situado en
el centro de la isla de Gran Canaria, ocupa las cumbres más elevadas
de esta, hasta unos dos mil metros, formando un impresionante paisaje
montañoso. En su cadena de agrestes montañas y profundos barrancos
se encuentra el Parador de Tejeda, proyecto de promoción turística
del centro grancanario impulsado por Miguel Martín Fernández de la
Torre, que fue llevado a cabo dentro de la línea marcada por su
hermano el artista polifacético Néstor. La revalorización de lo
canario dentro de una influencia barroca se nota en esta
construcción, que es del mismo año que la del popular Pueblo
Canario de Las Palmas de Gran Canaria.
En la línea con
el Roque Nublo se levanta, a 1775 sobre el mar, el Montañón de
Ayacata, la cumbre central de la isla de Gran Canaria, origen, según
los estudios de Benítez Padilla, de las erupciones que con el tiempo
dieron configuración circular a Gran Canaria.
Cuentan las
personas más ancianas del lugar que existió un poeta local que
quiso contemplar “la hora violeta” al ponerse el sol desde lo más
alto de la isla de Gran Canaria, y aquí tuvo que permanecer hasta el
amanecer, sin poder descender al valle hasta que fue localizado y
rescatado por los vecinos de Tejeda.
TELDE
La carreta que este año representa al
municipio de Telde ha sido diseñada por Javier Martel Martel y
miembros de la Concejalía de Festejos, y tiene por título “Telde
y la industria del tomate”.
La idea de la alegoría surge de la
asociación cultural Tyldet y en ella se contempla una escena en la
que aparceros y aparceras realizan sus labores. El grupo folclórico
que acompaña a la carreta es la ”Agrupación Folclórica Tajea
Nuevos Aires”, que interpreta ante la imagen unas “Folías
de Gran Canaria”
Reseña histórica del municipio:
La ciudad de Telde
es el centro neurálgico de un amplio municipio de 102 km2, del Este
de Gran Canaria. Con más de 100.000 habitantes, lo que le confiere
el rango de Gran Ciudad de nuestra Comunidad. Asimismo, es la 2ª
urbe más habitada de la Provincia de Las Palmas y la 4ª del
Archipiélago.
Su origen es
prehispánico, siendo capital del Guanartemato de su mismo nombre,
que ocupaba las extensas tierras de costa, medianía y cumbres del
Este-Sur de la Isla. Entre sus poblaciones sobresalian Tara, Cendro y
tal vez el propio Telde.
El 7 de noviembre
de 1351, el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, Clemente VI, da
en Aviñón, Francia, redacta una bula por la que se creaba el
Principado de La Fortuna. Fecha tomada como generadora de la
fundación de Telde y de su Obispado. Tras concluir la Conquista
llega a la Vega Grande, la Real Hermandad de Caballeros de Andalucía,
y a uno de sus capitanes, Cristóbal García del Castillo, se le
considera hoy como fundador del sitio y de su iglesia matriz de San
Juan Bautista.
Desde el siglo XVI
en que comenzó su desarrollo económico con la plantación de caña
de azúcar y la posterior exportación del fruto de la misma, Telde
ha permanecido en la vanguardia de los movimientos económicos,
políticos, sociales y culturales de las Islas. Siendo abanderada del
progresismo intelectual con figuras tan destacadas como: Inés de
Chemida (fundadora del Hospital de San Pedro Mártir de Verona),
Tomás Arias de Marín y Cubas (Historiador), Gregorio Chil y Naranjo
(Médico y Antropólogo, creador de la Sociedad Científica El Museo
Canario), Fernando de León y Castillo, Julián y Saulo Torón, Hilda
Zudán, Montiano Placeres, Luis Báez Mayor, Fernando González
Rodríguez, Patricio Pérez Moreno (poetas y miembros de la Escuela
Lírica de Telde) Isabel Macario Brito (Soprano) y más recientemente
Juan José Falcón Sanabria (Compositor), José Macías Santana
(Diputado, Senador del Reino e Hijo Predilecto de la ciudad),
Francisco Mateo Gil (cineasta), etc.
Posee Telde más
de 100 yacimientos arqueológicos, destacando el Santuario de Cuatro
Puertas, así como el poblado costero de Tufia. Asimismo, la ciudad
conserva uno de los Conjuntos Histórico-Artísticos Nacionales más
interesantes para entender la evolución urbana y arquitectónica de
las ciudades canarias, nos referimos a los distritos fundacionales de
San Juan y San Francisco. En ellos se encuentran la Basílica Menor
de San Juan Bautista, bellísimo templo de trazas mudéjares,
comenzado en gótico-renacimiento y con importantes aportaciones del
barroco, neoclásico y neogótico. Relicario de notabilísimas obras
de arte, destacamos el Retablo Gótico Flamenco y el Tríptico de
Pincel de García del Castillo. Al ser Santuario del Santo Cristo de
Telde, esta iglesia es la más visitada de la ciudad. A un tiro de
piedra de ella se encuentra la Casa Condal o Palacio de los Ruiz de
Vergara, futuro Museo de Historia de Gran Canaria. Otra institución
museística es la Casa-Museo León y Castillo, dedicada al ingeniero
Juan de León y Castillo y a su hermano Fernando. Dentro del conjunto
monumental encontramos la iglesia hospitalaria de San Pedro Mártir
de Verona y la iglesia conventual de San Francisco de Asís, también
denominada de Santa María de La Antigua. Su rica Vega, regada por
aguas del Heredamiento de Aguas de la Vega Mayor y sus tierras de
medianías por el Heredamiento del Valle de los Nueve, han hecho de
Telde “un derroche de permanente primavera”, como ha quedado
plasmada en obras literarias, canarias, peninsulares y europeas. Hoy
Telde es una ciudad dinámica, agrícola, comercial e industrial. En
su territorio municipal se desarrolla gran parte del Aeropuerto
Internacional de Gando. Posee el municipio dos puertos, uno pesquero
y de recreo en Taliarte-Melenara, y otro industrial en Las
Salinetas-Silva. Telde ha sido y seguirá siendo el Paisaje de la
Historia.
ARTENARA
La carreta de Artenara se titulada
“Comedor canario”. La carreta lleva productos de la tierra
como papas, cebollas y otros no perecederos como gofio, arroz,
azúcar, etcétera. El grupo folclórico que acompaña a la carreta
de Artenara es la “Parranda del Cafetín”.
Reseña histórica del municipio:
El municipio de
Artenara, tal como advierte Ervigio Díaz Marrero, es el punto más
alto al que un hombre en esta isla puede llegar. Ganar con la vista
la dimensión del paisaje desde la altitud de Artenara es como si de
pronto nos hubiesen arrebatado la tierra de los pies y a cambio nos
hubiesen otorgado un bien inmediato del que sólo parece que gozan
los inmortales: la contemplación silenciosa y pura de los horizontes
y perfiles de la isla sin límites.
Según la crónica
de Bernáldez, Cura de los Palacios, coetáneo de la Conquista,
existía en la isla una serie de poblados y aldeas aborígenes entre
los que menciona a Artenara. Poco más tarde, Viera y Clavijo, nos la
describe así: “De Tejeda hasta aquí es el camino peligroso por
una ladera llena de fugas y grandes precipicios. La planta del lugar
es rarísima. En medio de una gran montaña se alcanza a ver unos
agujeros a manera de nidos de aves. Estos vienen a ser un gran número
de cuevas en fila, unas cóncavas como bóvedas, tras de cielo raso,
algunas con su alcoba para una cama, y algunas de alto y bajo, pero
todas en peña sin más luz que la de la puerta, frescas en verano,
abrigadas en invierno, dentro de las cuales no se oyen vientos ni
lluvias. Son por la mayor parte obra de los canarios antiguos...”
Durante el período
de la Conquista, y debido al afán evangelizador por el cual se les
ponían nombres del santoral a los diferentes pueblos de la isla, el
lugar recibió el de San Matías de Artenara, que más tarde
denominaría sólo al curato existente, conservando el pueblo el
nombre aborigen.
A juicio de
Ervigio Díaz Marrero, la ermita donde se venera a la Virgen de la
Cuevita tiene una antigüedad de casi seiscientos años y sería
probablemente obra de aquellos frailes mallorquines que abandonados
por la tripulación de las naves del Príncipe de la Fortuna, en el
siglo XIV, vivieron un tiempo en libertad con los canarios e hicieron
distintas ermitas en cuevas.
INGENIO
Los trabajadores municipales de
Festejos y Vías y Obras del ayuntamiento de la Villa de Ingenio son
los autores de la carreta que este municipio acerca hasta Teror.
Titulada “Ingenio 1816-2016, Bicentenario de la jurisdicción de
Ingenio”, la carreta representa un calado tradicional del
caracol que utiliza la espiral como símbolo de evolución y trabajo
artesanal, elementos que caracteriza al municipio de Ingenio, que
celebra en esta edición el bicentenario de su jurisdicción. Se
ofrenda a la Virgen productos de los campos de Ingenio.
El grupo folclórico que acompaña a la
carreta es la Agrupación Folclórica “Las Majoreras”, que
interpretan ante la imagen unas “Seguidillas de Gran Canaria”.
Reseña histórica del municipio:
Situado en el S.E.
de la Isla de Gran Canaria. Tiene forma de triangulo isósceles,
siendo uno de los lados mayores el barranco del Draguillo que
constituye su límite con Telde; el otro, el barranco de Guayadeque
que lo separa de Agüimes; en su vértice, la Caldera de los
Marteles; el lado menor lo separa del Océano.
Situado en una amplia pendiente que va
desde el nivel del mar hasta los 1.700 metros de altitud, presenta la
más variada orografía, con amplias llanuras en la costa y terreno
agreste en medianías y cumbres, surcado por numerosos barranquillos.
Geológicamente
está compuesto por una plataforma de coladas lávicas, emitidas
desde los conjuntos volcánicos, sobre las que se desarrollan
acumulaciones de sedimentos aportados por el barranco del Draguillo-
Guayadeque. Destaca el cono volcánico de La Caldereta.
Su clima se puede definir como árido
mesotérmico, con escasas precipitaciones, con una temperatura anual
de de 20º C., caracterizado principalmente por vientos frecuentes de
intensidad media, por su exposición al NE.
La vegetación
presenta una amplia variedad de plantas autóctonas: la zona costera
con plantas halófilas; la basal, en la que destacan tabaibas y
veroles; en sus cumbres, escobones y retamas e incluso pequeñas
comunidades de pino canario, y sobre todo el bosque termófilo del
Draguillo y Guayadeque, donde existen endemismos únicos en el mundo.
Su fauna también es muy variada predominando los pájaros /terrera
marismeña, pisbita caminero, curruca capirotada y tomillera,
mosquitero, herrerillo, camachuelo trompetero, jilgueros,
canarios...) y rapaces (aguilillas y cernícalos)
Posee importantes
yacimientos arqueológicos en Guayadeque, Draguillo, Burrero y
Tabuco. Históricamente Ingenio se empezó a formar a finales del
siglo XV en la Vega de Aguatona (zona media), Vega Castaña (zona
alta), Carrizal y Costa de Gando (zona baja), favorecidos por el
aporte de las aguas de Guayadeque que regaban amplios cultivos de
viñas y sobre todo caña de azúcar cuyo producto dio origen a la
construcción de un Ingenio azucarero donde se transformaba y que
estuvo en producción hasta finales del siglo XVI.
En los alrededores
a esta industria se va formando el primitivo núcleo poblacional del
casco, mientras que El Carrizal se desarrolla en torno a la casa y
Huerta que el Obispo Muros construye a principios del siglo XVI. En
la Vega de Aguatona se construye una ermita por iniciativa de los
hermanos Fullana en la mitad del siglo XVI, bajo la advocación de
Nuestra Señora de Candelaria, convirtiéndose en Parroquia en 1815.
En Carrizal, la ermita data del año 1657, alcanzando el grado de
Parroquia en 1907, siendo su Patrona Nuestra Señora del Buen Suceso.
Con el paso del tiempo la denominación de Vega de Aguatona fue
desapareciendo paulatinamente y ya a partir del siglo XVII se la
conoce con el nombre de “El Ingenio”, perdiendo oficialmente el
artículo en la década de 1940.
Administrativamente,
desde el año 1486 el territorio formó parte del “Señorío
Eclesiástico de Agüimes”, si bien durante los siglos XVI, XVII y
XVIII fue una zona en litigio entre el Cabildo y la Iglesia al no
quedar claros los linderos que se establecieron en su día. Durante
estos siglos, y a medias que se fueron conformando los municipios
como entidades políticas y administrativas, esta zona se hallaba
bajo el mando de dos Alcaldes: Real (representaba al Estado) y
Ordinario (representaba a la Iglesia). En el año 1816, Ingenio se
segrega de Agüimes constituyéndose como municipio independiente.
Autor: Rafael
Sánchez Valerón. Cronista Oficial de la Villa de Ingenio.
MOYA
La carreta que este año representa al
municipio de Moya está diseñada por Fernando Benítez, y se
denomina “Orgullo moyense”. Respetando los cánones
recomendados por el Cabildo de Gran Canaria, intenta conseguir una
imagen típica y entrañable acorde con la idiosincrasia de la fiesta
del Pino y que a su vez, represente los valores y la personalidad de
la Villa de Moya, considerada desde siempre como “La Villa Verde de
Gran Canaria”.
Esta carreta típica porta frutas,
hortalizas, flores y otros productos propios del municipio de Moya,
como sus tradicionales bizcochos y suspiros dulces.
Acompaña a la representación de Moya
la Agrupación Folclórica “Jardín de Corvo”, que
interpreta el tema popular “Por las calles de Teror”.
Reseña histórica del municipio:
La norteña Villa
de Moya se encuentra localizada entre las profundas hondonadas de los
barrancos de Azuaje y de Moya, coronándola en su parte sur el
Montañón Negro y los Pinos de Gáldar.
Durante el período
de la Conquista española el intrépido guerrero Doramas, insurrecto
a la ley del Guanarteme y esclavo de amor a Abenahoara, se refugió
con sus levantados fieles en la frondosidad de la selva de laurisilva
a la que Doramas dio su nombre.
La Villa Verde,
como también se conoce a la ciudad natal del autor de “Las Rosas
de Hércules”, el poeta Tomás Morales, ha basado su economía en
la agricultura típica de medianías como la caña de azúcar,
plátanos, maíz y papas.
Su patrimonio
histórico-artístico se encuentra localizado principalmente en el
seno de su iglesia matriz, bendecida en octubre de 1.957, en donde se
conservan imágenes como la de Nuestra Señora de Candelaria. La
citada imagen sagrada, que pertenece a los siglos XV o XVI, fue
confeccionada totalmente en madera. En el templo de Moya también se
conserva una imagen de San Judas Tadeo, atribuida al imaginero Luján
Pérez, así como una talla de la Virgen María con el Niño que
impresiona particularmente por la belleza de sus líneas faciales.
Asimismo, Moya
preserva la memoria del insigne poeta Tomás Morales en su Casa-Museo
de este escritor legítimo representante del modernismo español,
nacido en esta ciudad en 1.884 y fallecido en Las Palmas de Gran
Canaria en 1921.
ARUCAS
Jorge Rodríguez Santana es el autor de
la “Carreta tradicional” que este año representa al
municipio de Arucas y lleva elementos florales y está cargada,
principalmente, de productos agrícolas y otros de carácter
industrial que se elaboran en Arucas por empresas como La Isleña,
Destilerías Arehucas o Bandama.
El grupo folclórico que acompaña a la
carreta es la “Agrupación Folclórica Manantial”, que
interpretará la polca “Fulgida luna”.
Reseña histórica del municipio:
La Arucas
prehispánica, destruida en la primera incursión que realizara el
conquistador Juan Rejón al norte de Gran Canaria, dio paso una vez
dominada la isla a la fundación en 1505 de la Arucas hispánica por
Tomás Rodríguez de Palenzuela, beneficiario en el reparto de
tierras y aguas efectuado en las postrimerías de la conquista.
Erigido como
municipio en 1813 con Alcalde y Corporación municipal propios,
Arucas obtiene el título de “Villa” en 1847, concediéndosele el
título de “Ciudad” 47 años después.
El monocultivo de
la platanera como principal soporte de explotación agrícola, que en
su día sustituyera a las plantaciones de la caña de azúcar,
nopales (para el aprovechamiento de la cochinilla) y otros cultivos
ordinarios, no ha impedido que la denominada “Ciudad de las flores”
haya diversificado su riqueza económica hacia el sector de actividad
comercial fundamentalmente dado su singular carácter cosmopolita y
la cercanía a la capital grancanaria.
AGAETE
La carreta que este año representa al
municipio de Agaete ha sido diseñada por Aarón Martín García
y su título es “Dulce néctar de tradición”. En ella se
aprecia la recreación de la elaboración de la miel de flores. El
municipio marinero ofrece
El grupo folclórico que acompaña a
la carreta es la “Rondalla del Club de Mayores de Agaete”,
que interpretará un “Siote palmero”.
Reseña histórica del municipio:
Ubicada en
cuadrante noroeste de la isla, Agaete constituye un amplio valle en
forma de anfiteatro, enmarcado por grandes macizos rocosos, que se
extiende entre las faldas de éstos, en el frondoso Valle de Agaete,
hasta el mar en la Playa y Puerto de Las Nieves.
En el reparto de
tierras que se realiza tras la Conquista de la isla de Gran Canaria
corresponden a Antón Cerezo, comerciante de origen italiano, las
tierras del lugar. Cerezo inicia entonces una relación de trato
comercial con los genoveses, por lo que según diferentes estudiosos,
el nombre de Agaete guardaría cierta similitud con “GAETE”.
Otros, en cambio, opinan que su nombre de origen procede de “El
Laguete”, a causa de un pequeño lago que en el municipio existiera
antiguamente.
En Las Nieves
desembarcó Alonso Fernández de Lugo y fundó su fortaleza,
erigiendo la ermita conocida por todos los grancanarios. Pese a las
transformaciones sufridas por ésta a lo largo de los años, ha
conservado el presbiterio y el artesonado tal como eran en la
primitiva fundación constituyendo uno de los tesoros artísticos más
preciados de la isla de Gran Canaria. El altar mayor sirve de base a
la parte central del famoso tríptico de Las Nieves, en la que se
representa a la patrona de la Villa, en preciosa tablilla flamenca
del siglo XVI, donación de Antón Cerezo, según consta en el
testamento del mismo: “. Declaro que yo mandé traer de Flandes un
retablo del mejor pincel que se hallare...”.
Si algo destaca en
Agaete es la belleza de sus paisajes y sobre todo la gran variedad de
contrates: de una parte, el mar que baña la playa y el puerto de Las
Nieves con su azul nítido y transparente. De otra parte, alzando la
vista, podemos contemplar los agrestes acantilados que ascienden por
los costados de la villa hasta alcanzar los 1.500 metros de altitud
en el pinar de Tamadaba.