Acto institucional contra las prospecciones en Canarias - Declaración del 23-N.

Declaración del 23-N
Declaración institucional del 23 de noviembre contra las prospecciones petrolíferas en aguas canarias 

La empresa multinacional REPSOL está realizando desde esta semana una serie de prospecciones petrolíferas en aguas canarias, con la autorización del Ministerio de Industria, Energía y Turismo (Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas de 11 de agosto de 2014).

La tramitación administrativa de la referida autorización ha venido marcada por una fuerte contestación y rechazo a las prospecciones por parte de las instituciones y de la sociedad canaria; y por las dudas acerca de la compatibilidad de tales prospecciones con la defensa de los valores medioambientales de la zona, que ha llevado a diversas instituciones y organizaciones no gubernamentales a presentar recursos judiciales frente a las mismas.

La ciudadanía de Canarias se ha manifestado multitudinariamente en contra de las prospecciones en dos ocasiones (el 7 de junio y el 18 de octubre del presente año). La inmensa mayoría de las instituciones canarias han adoptado también acuerdos posicionándose expresamente en contra de las mismas.

Desde el Gobierno de Canarias se ha intentado promover que la ciudadanía canaria pudiera pronunciarse sobre esta cuestión a través de los mecanismos de participación directa previstos en nuestro Ordenamiento jurídico (referéndum y consulta ciudadana). Ambas iniciativas han sido bloqueadas por el Gobierno de España, cerrando la puerta a que los canarios y las canarias pudieran manifestar democráticamente su parecer sobre una cuestión de gran relevancia para el futuro de las islas.

El día 23 de Noviembre era la fecha prevista para que se celebrase la consulta ciudadana promovida por el Gobierno de Canarias, cuya realización ha sido suspendida por decisión del Gobierno de España.

Ante el silencio impuesto a la ciudadanía, los legítimos representantes de la inmensa mayoría de las instituciones canarias y cargos electos del Parlamento de Canarias, de las Cortes Generales y del Parlamento Europeo, nos reunimos en Las Palmas de Gran Canaria en tan simbólica fecha para manifestar:

PRIMERO.- Nuestro más enérgico rechazo a la injustificable oposición del Gobierno de España a que los canarios puedan manifestar directamente su opinión sobre asuntos que les conciernen a través de los mecanismos legales previstos al efecto.

SEGUNDO.- Nuestra firme y decidida oposición a las prospecciones petrolíferas que se están realizando en aguas canarias y a un modelo de desarrollo contrario a los valores de sostenibilidad a los que legítimamente aspira la sociedad canaria.



Las Palmas de Gran Canaria, a 23 de noviembre de 2014

Intervención del presidente del Gobierno de Canarias en la firma de la Declaración del 23-N

23-11-2014 ... 11:52  -  Presidencia del Gobierno
Acto institucional

Canarias vive estos meses uno de los mayores desafíos a los que ha tenido que hacer frente a lo largo de su historia.

El trabajo de varias generaciones de canarios, que en el último medio siglo han construido con esfuerzo y valentía una tierra de oportunidades, se ve amenazado por intereses que ni sienten ni quieren a esta tierra.

Nuestra biodiversidad y nuestra economía ¿y con ella cientos de miles de puestos de trabajo- se ven irresponsable e injustamente amenazados por una actividad que pisotea la voluntad y la voz de todo un pueblo.

A esos intereses, que dan la espalda y desoyen a los canarios, decimos que no; que no tienen derecho.

Nuestra historia es una historia como todas, una historia con luces y sombras, pero que en el último medio siglo nos ha deparado progresos inimaginables.
Avances que arrancan con el descubrimiento de Canarias para el turismo.

Nuestro clima, nuestra naturaleza, nuestros paisajes, nuestro carácter pusieron los cimientos de un modelo que (más allá de los aciertos y los errores propios de cualquier obra humana) nos acerca al bienestar, a la justicia social y a las oportunidades.

Gracias al turismo, la esperanza de una vida mejor dejó de estar guardada en la maleta del emigrante.

Gracias al trabajo de todos, durante las últimas décadas, se acabó la diáspora de canarios por el mundo.

Ese modelo, basado en nuestro mar, nuestro cielo, nuestras montañas y nuestras playas, es el que debemos y queremos proteger.
Esas son las Islas que queremos y merecemos.

No podemos (no queremos) permitir que se ponga en riesgo el futuro de nuestros hijos.

No podemos permitir que una multinacional imponga su interés al de Canarias.

No podemos tolerar que el Gobierno del Estado defienda el interés de una multinacional frente al sentir mayoritario de la sociedad canaria.

Una sociedad, la nuestra, que cree en la sostenibilidad como motor de cambio, que está empeñada en el desarrollo de las energías limpias, que apuesta por la innovación, que defiende su biodiversidad.
Una sociedad que no quiere pasos en falso, que no quiere volver a emigrar.

Hoy, 23 de noviembre, queremos hacernos oír, queremos que el Gobierno de España, que se ha parapetado tras los tribunales para impedir que los canarios se expresen, escuche nuestra voz.

El Gobierno de España debe saber que los pinchazos que ha autorizado a Repsol constituyen una agresión al interés y a la voluntad mayoritaria de los canarios.

Una agresión planificada desde hace dos años.

Años en los que no ha habido margen para la política, para el diálogo.

Tampoco para la lealtad entre gobiernos e instituciones.

El Gobierno del PP no ha contestado, ni está ni se le espera respecto a un asunto trascendental para el presente y futuro de los canarios.

Hoy, 23 de noviembre, denunciamos el cúmulo de decisiones arbitrarias y el oscurantismo que han jalonado el procedimiento administrativo.

Un expediente elaborado a petición de parte.

Hoy, 23 de noviembre, queremos recordar al Gobierno del Estado que aquí no están enfrentados los intereses generales de España con los de Canarias.

Aquí, lo que hay sobre la mesa, es el choque frontal de los intereses de una multinacional con el interés de los canarios.

Hoy, 23 de noviembre, volvemos a manifestar nuestra más rotunda oposición a un proyecto que pone en riesgo la fauna marina, el abastecimiento de agua a la población, el trabajo de cientos de miles de personas.

En riesgo el futuro de los dos millones de habitantes de este rincón del Atlántico.

El Gobierno de Canarias seguirá luchando (todos los frentes están abiertos) para frenar este abuso.

Y lo haremos sin dejar de prestar atención (ni un solo día) a los problemas que hay planteados en otros ámbitos.

Seguiremos defendiendo los servicios públicos esenciales, como hemos hecho hasta ahora.

Impulsando medidas para dinamizar la economía y la creación de empleo.

Cumpliendo nuestras obligaciones financieras con responsabilidad, seriedad y rigor.

Proponiendo medidas de reactivación del consumo con una bajada de impuestos para aquellos que menos tienen.

Seguiremos con nuestra apuesta por la rehabilitación y modernización turística, trabajando por el incremento de la competitividad del destino turístico.

Pero todo ese trabajo será en vano si nuestro principal sector de actividad sufre un daño (que sería irreversible) por la codicia de una multinacional.

Codicia que cuenta con la complicidad del Gobierno del Estado.

Repsol y el Gobierno de España deben saber que no se puede construir un futuro al margen de quien ha de protagonizarlo.

Si se da la espalda a todo un pueblo, ese pueblo se rebela contra ese abuso.

Canarias y sus instituciones se han manifestado mayoritariamente en contra de las prospecciones petrolíferas.

Y lo seguirán haciendo porque, además de legitimidad, tienen la razón de su parte.

A pesar de la política de hechos consumados del Gobierno del PP mantendremos la bandera de la protesta.

En esa dirección, debemos agradecer el compromiso de todos aquellos colectivos ciudadanos y organizaciones ecologistas con esta causa.

Estoy seguro de que entre todos vamos a ser capaces de construir ese futuro próspero en el que nuestros hijos se podrán desenvolver con la misma dignidad, determinación y coraje del que están haciendo gala sus padres.

Muchas gracias.